“Somos tan capaces como los hombres, el género no nos limita para taclear, para dar buenos pases ni para competir a nivel internacional”, dice Mel. Ella, como el resto de sus 44 compañeras defienden su sueño. Un sueño que tiene como objetivo poner el nombre de México en lo más alto y demostrar que el deporte en este país está por encima de los problemas monetarios y burocráticos.
La Selección Mexicana Femenil de Fútbol Americano se integró a la Federación Mexicana y con ello obtuvo el reconocimiento internacional; con esto se acercaron un poco más a su sueño y recibieron la invitación formal para participar en el mundial de ese deporte, el cual se disputará a partir del 24 de junio en la ciudad de Langley, Canadá.
“Este es apenas el tercer mundial de fútbol americano femenil”, contó Mel, emocionada, en entrevista para CC Noticias. “Sería la primera vez en la que participa México”.
En la competencia también participarán las selecciones de Estados Unidos, Suecia, Reino Unido, Canadá y Australia. Es la oportunidad de demostrar que la selección mexicana tiene nivel internacional y puede competir contra cualquiera. Es el principio de un sueño que les daría visibilidad y, posteriormente, apoyos necesarios para terminar de profesionalizar esta práctica.
En un principio, la Comisión Nacional de Deporte (Conade) a través del presidente de la Comisión Mexicana de Fútbol Americano, José Jorge Orobio, les pidió que se prepararan al máximo para la competencia, les garantizó que tendrían los recursos necesarios para hacer el vuelo, hospedarse, comida y transportación. Además, les prometió uniformes de calidad.
Todo lo que parecía una historia feliz en donde las deportistas tenían el apoyo necesario para competir, de pronto se transformó en algo que nadie esperaba; tres semanas antes de su debut, Orobio les dio una noticia que las dejó heladas.
“El presidente de la comisión nos reunió y nos dijo que la Conade había dado un millón de pesos, pero eso no era suficiente, faltaba el dinero de los boletos de avión de todas las jugadores, los coaches y el staff”, explica Mel, quien pidió ser citada con ese nombre para no tener problemas posteriores. Cuando habla del deporte, la emoción se transforma en frustración al contar los obstáculos que tienen ella y sus compañeras para poder competir en el mundial.
“Estamos hablando que cada boleto cuesta cerca de 20 mil pesos, somos 45 jugadores y otras 10 personas de staff, necesitamos entre 900 mil y un millón de pesos”.
Las 45 integrantes de la selección y el staff que las prepara cumplieron con su parte; entrenaron en los campos que les ofrecieron, dentro de la Escuela Superior de Educación Física, en la Ciudad de México, pidieron permiso en sus escuelas y trabajos para ausentarse e incluso tres meses antes de esta situación preguntaron si de verdad tendrían todo el apoyo. Les dijeron que sí. Estaban confiadas y 21 días antes, la realidad fue distinta.
“Cuando nos enteramos de esto, lejos de buscar culpables comenzamos a trabajar para poder juntar el dinero que necesitamos, muchas son estudiantes y otras trabajamos, pero no tenemos la solvencia como para pagar 20 mil pesos cada una”, explica la jugadora de fútbol americano. “Contactamos a empresas privadas para pedir patrocinios, pero entendemos que por la premura resulta casi imposible”.
La solución que se les ocurrió fue salir a las calles, uniformadas, a pedirle a la gente que las apoyara; cada moneda sumaba. También abrieron una página de Facebook que en tan sólo dos días alcanzó los 2 mil likes. Ahí pusieron a la venta gorras, playeras y sudaderas con el logotipo de la selección.
“La respuesta de la gente nos sorprendió, logramos juntar casi 50 mil pesos en menos de una semana”. contó Mel. “Además la situación logró que todas las seleccionadas nos uniéramos aún más, somos jugadoras de todo el país que nos conocíamos poco, pero ahora estamos más unidas que nunca”.
Entrenaban, trabajaban y se reunían para seguir buscando opciones de financiamiento, fabricando las playeras y contactando a más gente que las apoyara; eran jornadas que terminaban a las 3 de la mañana.
Su situación se hizo visible en los medios y esto provocó un pronunciamiento de la Federación; Jorge Orobio ofreció una conferencia de prensa el miércoles 7 de junio en donde se comprometió a dar todo su apoyo y pidió a las jugadoras que cesaran su boteo.
Les pidió que no se preocuparan por el dinero, que se enfocaran en los entrenamientos, porque irían al mundial, sin importar que él tenga que poner dinero de su bolsa, por lo tanto les dijo que no aceptaría dinero externo y no es necesario que sigan recolectando.
Las palabras suenan prometedoras, pero ya se las habían dicho antes; las jugadores decidieron frenar el boteo y la venta de artículos, pero debido a las reservas que les causa la situación mantendrán abierta la cuenta bancaria y la campaña en la plataforma “Donadora”.
En caso de que Orobio cumpla su palabra, el dinero recolectado lo usarán para comprar uniformes de entrenamiento y complementar sus viáticos. Si van al mundial, el objetivo de las jugadoras es muy claro: llegar a la final y competir por el campeonato.
Su ambiciosa misión no es en vano; ya han competido en contra de equipos norteamericanos y contra la selección de Estados Unidos y han demostrado que tienen un nivel sobresaliente, derrotando a sus contrincantes.
El 24 de junio debutarán en el mundial enfrentando a la selección estadounidense y posteriormente jugarán el 26 de junio contra el representativo de Australia. Pero si no les dan el dinero que requieren para viajar, el Federación Internacional de Fútbol Americano multará al representativo mexicano con una multa que, irónicamente, equivale a cerca de un millón de pesos.
Ellas ya vencieron al machismo y a la falta de confianza de parte de autoridades y coaches; se enfrentaron ante las oportunidades limitadas por ser mujeres queriendo competir en un “deporte para hombres”. Se han preparado para alcanzar su sueño, pero ahora tienen un duro compromiso en contra de la falta de dinero y la falta de certezas.
Si quieres apoyar a estas mujeres, puedes donar en la cuenta 5256 7819 5802 9998, de Banamex, a nombre de Ana María Barbosa Venegas. También puedes aportar en Donadora dando clic AQUÍ y visitando su página de Facebook, Selección Mexicana Femenil de Football Americano.
*
Si quieres leer más del autor, da clic en la imagen:
*