Por primera vez y después de años de trabajo y servicio, veteranos psicólogos que trabajaban para la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), describen lo detalles de la escalofriante guerra de Washington contra el terrorismo a través de la tortura y la intimidación psicológica en el nombre de la seguridad nacional.
Un informe publicado por el New York Times del periodista Sheri Kink, explaya las palabras de dos psicólogos excolaboradores de la CIA: John Bruce Jessen y James Mitchell describen su incomodidad por trabajar en la agencia. Ellos diseñaron un modelo de tortura psicológica para obtener información de sospechosos que atentaban la seguridad nacional.
El reporte es impresionante en un aspecto esencial y particularmente sorprendente sobre el Presidente de Estados Unidos, quien según información testimonial y de investigación, no tiene objeciones morales con respecto a la tortura, Al contrario, cree que es un método sumamente útil a la hora de obtener información. No obstante, eso se considera contenido confidencial.
Desde que se publicó una bitácora por parte del senado sobre las técnicas de interrogatorio de la CIA, se encontró que era más brutal de lo que se pensaba, sin embargo, la inédita declaración de los ex colaboradores abre más la imaginación.
”Por primera vez en la historia se abre un caso contra la CIA gracias a los testimonios de las víctimas y sobrevivientes de su tormentoso interrogatorio”, dijo el abogado senior de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), Steven Watt.
¿Tortura psicológica peor que la física?
De acuerdo con los testimonios de Mitchell y Jessen, afirmaron que en las repetidas técnicas aplicadas a los presos no causan daño a largo plazo y que no utilizan métodos añejos de tortura física. Sin embargo, los detenidos y sobrevivientes del tormento de la CIA: Suleiman Abdullah Salim y Mohamed Ben Sound, contradijeron lo dicho por los psicólogos, argumentando que sí eran dolorosas.
Una de las descripciones de Salim después de que el juez le preguntara sobre el dolor que experimentó cuando fue atado de manos rodeando su cabeza sin poder apoyarse en la pared o recostarse. A lo que el sobreviviente ofreció al juez atarle de manos a la cabeza durante una hora para que sepa lo que es el dolor.
El informe de Salim reportó que estuvo un total de 83 días bajo constante interrogatorio y tortura, llegando a un punto donde era ya totalmente insensible a cualquier molestia física. Por su parte, la respuesta de Mitchell al respecto, se dio en una carta que decía lo siguiente:
”Mucha gente prefería estar con las piernas o los brazos atados o destrozados y sometido a múltiples intimidaciones con el rostro sumergido bajo el agua, a que se les aplicara la tortura psicológica que tiene repercusiones mayores en la mente de la víctima y a mayor plazo. Es una práctica aberrante e inhumana”.
Salim y Sound sufren de un intenso trastorno de estrés post-traumático, incluso para los testigos de la corte, la ceremonia de juicio fue difícil de llevar acabo por las repercusiones psicológicas.
Métodos de tortura
Jesen, por su parte, afirmó que la técnica del Walling era una de las más efectivas físicamente, consistía en tomar al prisionero y azotarlo numerosas veces contra un muro una y otra y otra vez, hasta que confesara, afirmando que no causa dolor posterior, sino que el sufrimiento es en el momento.
Una más llamada discombobulating consiste en hostigar al reo con un sonido agudo y molesto que aturde el tímpano donde después de varios minutos se vuelve insoportable, causando fuertes dolores de oído, cabeza, distorsión de la vista y aturdimiento cerebral; repercusiones que duran un par de horas. La privación del sueño es otra técnica donde el reo es atado de una manera tan incómoda que impide conciliar el sueño, manteniéndolo despierto por días.
Salim refirió a estas técnicas como insoportables y que su cuerpo aún siente repercusiones de las torturas a las que fue sometida. ”No me he podido recuperar de los brazos, espalda y cintura”.
Destrucción de evidencia
Prácticamente, todos los interrogatorios y torturas fueron documentados en video por lo que Jessen propuso destruir las cintas tras su salida de la CIA, al calificarlas ‘demasiado gráficas’ y ‘sin motivo de existir’. Esto podría ser especulado por la justicia como eliminación de evidencia intencional.
La destrucción de las cinta detienen las investigaciones del Departamento de Justicia durante 2010. Sin embargo, la corte apeló por no presentar cargos por la destrucción intencional de la evidencia. Por lo pronto, los excolaboradores están bajo la mira ya que sus testimonios podrían dar con altos funcionarios de la CIA.
*
Podría interesarte:
El allanamiento de la policía de EU que podría matar de hambre a los migrantes.
El video que resume el abuso policiaco que viven afroamericanos en Estados Unidos.
El ”Marcial Maciel de Inglaterra” queda libre tras 20 años de abusos sexuales a menores.