Del odio a la amistad, así podría describirse la historia del veterano de guerra Marvin Strombo que hace 73 años, durante una batalla contra lo japoneses, el exmarine estadounidense recogió del campo de batalla una bandera cubierta de caligrafía y frases niponas y lo entregó a Sadao Yasue, hermano del propietario de la bandera, lo que para él y sus hermanas significaba el único y primer rastro de su hermano desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
*Foto: AFP
Yasue, al ver la bandera, la puso en su rostro y la besó, su hermana mayor, Sayoko Furuta, besó las manos del exmarine mientras lloraba en silencio colocando la vieja bandera en su regazo.
«Estaban tan felices de ver la bandera, ahora entiendo lo mucho que significaba ese pedazo de tela para ellos. Casi me hizo llorar”, explicó Strombo al relacionar esa bandera con llenar un profundo vacío en la familia Yasue que por 73 años estuvo inmersa en incertidumbre y nostalgia.
La bandera descolorida por el paso del tiempo está llena de 180 firmas de amigos y vecinos de la familia Yasue originarios del montañoso pueblo de Higashishirakawa. “Buena suerte en el campo de batalla”, fue uno de los mensajes que leyó Sadao mientras recordaba la letra de Ttsuya Yasue, su hermano desaparecido y muerto en la guerra de Japón.
«Huele a mi viejo hermano mayor, y olía como la cocina casera de nuestra madre donde solíamos comer todos juntos en familia», mencionó Sadao explicando que la bandera será un tesoro familiar.
*Foto: AFP
Los hermanos Yasue declararon a AP que para ellos es como si la guerra a penas terminara y la paz volvería a su hogar de 400 años. «Mi hermano ha vuelto del Limbo», dijo el granjero de 89 años.
Historia de la familia Yasue
La última vez que los todos los hermanos se reunieron fue un día antes de que el primogénito partiera a la guerra en el Pacífico sur en 1943. Los hermanos menores organizaron un almuerzo con sushi y mochi. Antes de partir pidió a sus hermanos que cuidaran bien a sus padres ya que sería enviado al frente en las islas del Pacífico donde las probabilidades de sobrevivir eran bajas.
En el invierno de 1944, llegó a casa de la familia Yasue una caja con piedras que simbolizaban los restos mortales del soldado caído. Las autoridades militares niponas informaron a la familia que el mayor de los Yasue, murió en algún lugar de las islas Marianas probablemente el 18 de julio de 1944, tenía 25 años.
Strombo tenía una teoría de dónde podría haber caído su hermano, dijo que encontró un cuerpo junto a la bandera a las afueras de Garapan, justo en las líneas de defensa del ejército japonés. «Hubo un ataque de morteros estadounidenses contra las líneas japonesas, probablemente murió en la oleada de explosiones», dijo Strombo.
Batalla de Saipán (1944) *Foto: learning story
Sería imposible conseguir algún indicio del cuerpo del hermano mayor, ya que en esa batalla murieron unos 2 millones de japoneses al terminar la guerra. Las tropas aliadas solían recoger del suelo algún recuerdo para después ser subastados al volver a casa. Pero Strombo conservó la bandera durante 73 años.
«Durante años la guardé en un gabinete de cristal como recuerdo de las batallas de Saipán, Tarawa y Tinian; que terminaron en el fin del control japonés en las islas del Pacífico».
Sin embargo, Strombo decidió guardarla para algún día devolverla a su tierra natal ya que se sentía culpable por tomarla. «Sabía que este tipo de banderas tienen un valor importantísimo para los japoneses».