Todos amamos esas películas que causan algo en nosotros. Esas que te alteran, te hacen aferrarte al asiento; muchas veces te hacen llorar por el intenso viaje emocional y en ocasiones el estómago te puede doler por la risa que te provoca. Emociones completamente normales en películas cuya infinita tristeza o felicidad te hacen sentir parte de lo que ves, pero entre esa grandeza cinematográfica hay algunas películas que te revientan las entrañas y te provocan querer salir corriendo de la sala, apagar el televisor o cerrar la computadora y no querer saber nada más acerca de eso. “Irreversible” es una prueba de ello.
Estéticamente perturbadora, en gran parte de la cinta no tienes una idea clara de qué es lo que está sucediendo y entonces llegas al punto central de la película. Ya avanzaste bastante y crees que es cruda, pero nada te prepara para lo que viene. Una hermosa mujer camina de noche en un puente subterraneo, sabes que eso no premoniza nada bueno, y justo cuando ese pensamiento termina de formarse en tu cabeza, la acción comienza. Son poco más de once minutos que pueden llegar a cambiar tu vida, si es que los soportas. La escena está cargada de un fuerte contenido sexual, simbólico (¿crees que las paredes son rojas solamente porque sí?) y social. “Irreversible” es una obra de arte, pero para nada se acerca a una bonita experiencia. Esperamos que las siguientes películas también lleguen a recibir el honor que merecen dentro de las cintas que no son bonitas, no son digeribles y que definitivamente te dejaran extrañamente vacío por dentro cuando los créditos finales aparecen.
“Tesis” (1996) – Alejandro Amenábar
Una estudiante de universidad comienza su tesis sobre violencia audiovisual y su profesor se compromete a ayudarla brindándole ciertas cintas difíciles de conseguir, pero al día siguiente aparece muerto, entonces ella se une a un compañero experto en el cine gore y pornográfico y a un joven cuya amiga fue asesinada en la filmación de una cinta Snuff. Tal vez la cinta recuerde a “8mm” en la que aparece Nicolas Cage o a “Videodrome” de David Cronenberg, pero la cinta tiene una magia que solamente un director primerizo con recursos limitados pero con un genio gigantesco como el de Alejandro Amenábar podría lograr.
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“The Tenant” (1976) – Roman Polanski
La extraña, perturbadora y sutil transformación de un hombre en una mujer que habitó el departamento en el que ahora vivie él. La película es un clásico de Roman Polanski que fue menospreciado por el éxito de “Rosemary’s Baby”. La actuación del director, la aparición de la bella Isabelle Adjani, el terror psicológico y la forma de usar la arquitectura de un departamento para provocar miedo hace de esta película un clásico de la incomodidad.
https://www.youtube.com/watch?v=ZmhIMbdecEU
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“Victoria” (2015) – Sebastian Schipper
Una mujer, una noche, una toma. Esa es la premisa de la cinta que encantó a Darre Aronofsky, que fusiona los elementos del thriller con el aspecto realista de “Birdman” y que muestra a Victoria en la noche más larga de su vida. Con amistades no muy convenientes, la mujer debe asegurar su seguridad robando un banco. El estilo de una sola toma con el que fue grabado dispara la sensación de incomodidad y realismo; además, las situaciones por las que debe atravesar Victoria no son algo que una persona desearía vivir.
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“Goodnight Mommy” (2014) – Veronika Franz
La cinta no puede llamarse enteramente una película de terror, pues parece que nunca había existido algo así. Una madre regresa después de una cirugía invasiva y sus hijos comienzan a notar extraños cambios en ella. A lo largo de la cinta la incomodidad es tangible y llega un momento en el que ya no sabes quién es bueno y quién es malo. La película austriaca es una de las revelaciones de los últimos años por las que seguramente la forma de hacer películas de miedo cambiará drásticamente dándole prioridad a la psicología y la estética antes que a la sangre.
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“El hijo de Saul” (2015) – László Nemes
Saul es un judío hecho prisionero en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. La película sigue un día y medio en su vida en la que podemos ver que su trabajo es uno de los más brutales de la historia, pues se dedica a vaciar las cámaras de gas después de que eran usadas para asesinar a su gente. La cinta comienza cuando él encuentra el cuerpo de un niño y cree que se trata de su hijo. Devastadora como muchas de las cintas acerca de esa infame guerra, la producción técnica y la cámara que parece siempre seguirlo desde atrás crean una situación bastante emotiva, pero también estresante, pues nunca sabes qué pasa en la pantalla por completo y claro, en cualquier momento una bala puede atravesar su cabeza.
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“Fuerza Mayor” (2014) – Ruben Östlund
La tensión y la incomodidad son difíciles de soportar en pantalla. Piensa en una escena de la serie “The Office” y entenderás de que hablo. “Fuerza Mayor” es la versión dramática de la incomodidad, pues la tensión entre una familia “perfecta” es tan palpable que te hace querer abandonar la sala muchas veces. El jefe de familia abandona a su familia corriendo por su vida durante una avalancha controlada en los Alpes Suizos. Él niega haberlo hecho pero el resto de la familia parece haber perdido todo el respeto hacia él. Entonces comienza una extraña dinámica que parece hacer de un pequeño incidente algo monumental que cambia la vida de todos y que tú como espectador, no puedes sino evitar pensar que eres un intruso en la intimidad de esas personas.
https://www.youtube.com/watch?v=3nTJIc_e6Ns
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“Dancer in the Dark” (2000) – Lars von Trier
Cualquier película de von Trier (tal vez “Melancholia” es la excepción) puede entrar en esta lista, pero la cinta protagonizada por Björk es la perfecta candidata. La tensión en la cinta es fácil de sentir porque en realidad Björk terminó traumada al finalizar la filmación, pues parece que los tratos del director danés no son fáciles de soportar y ella, actuando en uno de los musicales más tristes y enfermos en la historia, simplemente se quebró; en la vida real y en la historia. La película habla de la inmigración, los derechos humanos, el feminismo, las enfermedades degenerativas y la muerte, sin dar mucho espacio a la felicidad y la esperanza.
https://www.youtube.com/watch?v=it1ZE8uHucs
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“Room” (2015) – Lenny Abrahamson
Ganadora del premio a mejor actriz en la última entrega de los premios Oscar, Brie Larson da vida a una mujer encerrada en un cuarto con su hijo. El hombre que los mantiene cautivos no sabe de su plan de escape, por lo que madre e hijo viven día a día como si nada sucediera hasta que el día D llega y el escape es inminente. La película te mantiene al filo todo el tiempo, a la expectativa de no saber si lograrán escapar con vida, si tendrán un momento de paz o si simplemente podrán terminar con la pesadilla en la que ella vive, pues su hijo ni siquiera conoce otra vida.
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“Black Snake Moan” (2006) – Craig Brewer
En las profundidades de la nación estadounidense una mujer con adicción sexual es golpeada y dada por muerta, mientras tanto un hombre cuya mujer lo engañó con su hermano se refugia en lo único que puede salvar su vida: el blues. Ambos terminarán por convivir debido a que él decide que necesita curar a la mujer de sus problemas de promiscuidad. La situación llega a tal extremo que la debe encadenar y sin darse cuenta ellos y tal vez tú tampoco, la situación presenta a una sadomasoquista con un hombre que encadena a una mujer y una mujer que se somete a los deseos de su amo. Extraña, sexual y enfermiza; la película no fue un éxito de taquilla y tal vez ese extraño ambiente en el que se desarrolla la cinta puede ser culpable.
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“La pianista” (2001) – Michael Haneke
La relación de amor y odio entre una madre y su hija se rompe cuando un músico se decide conquistar a la hija, que es maestra de piano en un conservatorio. Haneke es uno de los directores vivos más importantes y sus películas se desarrollan siempre en una atmósfera que él ha logrado crear de forma impecable. Te hace llorar, sentirte incómodo y de alguna forma también logra que sientas que lo que sucede en la pantalla en realidad está pasando frente a ti, haciendo que quieras huir, intervenir o simplemente poder hacer algo que no sea observar.
Cintas que revuelven tus sentimientos y que a pesar de que puedes parar, no te lo permites, pues necesitas saber que es lo que sucederá. De ese tipo puedes encontrar la cinta que trauma a todo el que la ve o la que te puede hacer perder la inocencia viéndola. Sea cual sea el caso las películas incomodas siempre serán de las mejores de lo que el cine puede ofrecer.
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