Miedo, asombro, tranquilidad y otras emociones son las que generan las auroras boreales, pero al mismo tiempo un montón de dudas sobre su origen, significado, y cómo es que se forman.
Aquel espectáculo de luces de colores que iluminan el cielo nocturno es un fenómeno natural que ocurre generalmente en regiones polares del planeta.
Fue en 1619, que el astrónomo Galileo Galilei le puso nombre a este evento. ‘Aurora’, en honor a la Diosa romana del amanecer, y ‘boreal’ por Bóreas, la deidad griega asociada con el viento del norte.
El italiano creía que este fenómeno se trataba del reflejo de la luz solar en la atmósfera y aunque estaba en un error, el concepto permanece.
No se sabe con exactitud cuándo fue que se generó la primer aurora boreal, pero el registro más antiguo que se tiene es de 30 mil años, esto, por una pintura rupestre en Francia.
Por qué se forman las auroras boreales
Este hermoso fenómeno que pareciera una danza de colores en el cielo se produce cuando partículas cargadas (electrones y protones), emitidas por el Sol, impactan contra la atmósfera de la Tierra.
Las partículas provienen del viento solar. Cuando éstas chocan con los átomos y moléculas en la capa terrestre, se produce una excitación de los gases, en particular el oxígeno y nitrógeno.
Una vez que los gases vuelven a su estado natural, liberan energía en forma de luz visible, creando así las auroras boreales.
Cómo son las auroras boreales
Hay quienes por las imágenes, creen que que las auroras boreales sólo son de color verde, pero no es así, además de este tono, también hay rojizas, rosadas o púrpuras, incluso, hay ocasiones que se da en colores no tan comunes.
Su apariencia y forma pueden variar, algunas veces parecen enormes cortinas o rayas ondulantes en el cielo nocturno.
Además del espectáculo visual, también emiten sonido. En 2012, investigadores finlandeses pudieron comprobarlo. Aseguran que éste es similar al de un chasquido de la electricidad estática o al del caminar sobre hojas secas.
Lamentablemente, estos sonidos no los perciben los humanos, ya que se producen lejos de la superficie terrestre, a unos 70 kilómetros de altura sobre nuestros pies.
Dónde ver auroras boreales
Las auroras boreales, también conocidas como ‘luces del norte’, son más comunes y visibles en lugares como Alaska, Canadá, Escandinavia, Islandia y otras zonas cercanas al Ártico.
Sin embargo, también se producen al sur, pero no se les llama ‘aurora boreal’, se les conoce como ‘aurora austral’.
Para ser testigo de la magia que emiten las auroras boreales, se recomiendan noches claras y oscuras, lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, y obvio, en regiones cercanas a los polos.
Auroras boreales en otros planetas
Aunque somos afortunados de poder presenciar este espectáculo de luces, la Tierra no es el único planeta en el que se forman, también se han captado en Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Mitos sobre las auroras boreales
Al ser algo espectacular y ‘sobrenatural’, las auroras boreales están rodeadas de varias leyendas y mitos, en donde sugieren varias teoría sobre su origen.
Existe una leyenda finlandesa que responsabiliza a los zorros del ártico de generarlas. Se dice que al golpear su cola con la nieve mientras corren por los montes soltaban chispas que se reflejaban en el cielo.
Otra historia es la de los estonios, quienes creían que las ballenas lanzaban sus chorros de agua al cielo, creando hermosos diseños luminosos.
En Polonia, por ejemplo, eran consideradas un augurio de guerra. Mientras que los esquimales de Groenlandia aseguraban que las auroras boreales eran provocadas por las almas de los muertos que subían al cielo portando antorchas. Estas se reflejaban en el hielo y es así como se formaban estas luces de colores. Algo muy parecido a lo que vemos en la película Tierra de Osos’.
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