El trabajo de los maquillistas para hacer real a un personaje creado en un guión cinematográfico es arduo en muchas ocasiones; incluso, el trabajo más allá y algunos actores llegan a transformar su cuerpo durante meses. Pero es gracias a ese equipo de maquillistas el que logra hacer creíble al personaje; son ellos, muchas veces, quienes dejan atrás al actor para dar vida a un nuevo sujeto, una nueva personalidad y una nueva vida. Esta es la segunda parte de las mejores transformaciones del cine.
Matthew McConaughey – Dallas Buyers Club (2013)
Hace poco fue parte de una película de strippers, ahora personificará a un enfermo de SIDA a quien le restan, aproximadamente, 30 días de vida. De Matthew McConaughey se cree que sólo es capaz de interpretar dos personajes: rompecorazones o abogado, pero ahora, con este personaje, espera demostrar que es capaz de eso y mucho más, y es por eso que para esta película perdió 22 kilos.
Jared Leto – Dallas Buyers Club (2013)
Apareció en la primera parte con Chapter 27, filme para el que Leto aumentó 30 kilos. Para Dallas Buyers Club el actor perdió cerca de 15 kilos, además de su transformación como transexual.
Hilary Swank –
Con el papel que le hizo ganar un Oscar a los 24 años, Hilary Swank se sumergió tanto en su trabajo que, según la artista, al finalizar el rodaje ya no había feminidad en ella. Usaba vendas para reducir el tamaño de su pecho y un calcetín en sus pantalones, incluso, sus vecinos llegaron a confundirla con su hermano.
Rebecca Romjin –
Con cerca de ocho horas en la silla de maquillaje, la ex modelo estadounidense se convirtió en una mutante capaz de transformarse en cualquier persona. Estaba prácticamente desnuda bajo las capas de maquillaje y gracias a los avances en la tecnología, el trabajo de maquillaje para la segunda parte se redujo a la mitad.
Anthony Hopkins – Hitchcock
Sir Anthony Hopkins se vio ante el reto de encarnar a uno de los cineastas más icónicos de la historia, el famoso Alfred Hitchcok. Esta película fue nominada al Oscar por mejor maquillaje.
Michael Fassbender – Hunger (2008)
Fassbender, quien en 2008 no era el símbolo sexual que es hoy, en su primer papel protagónico tuvo que perder cerca de 20 kilos. Se recluyó en una casa en la playa y durante cinco semanas sólo ingería 900 calorías al día, hasta disminuir el número aún más.
Elizabeth Banks – The Hunger Games (2012)
Casi irreconocible en pantalla, Elizabeth Banks dio vida a una de las mujeres libres del Capitolio, cuyo trabajo era condenar a los protagonistas a pelear a muerte en los Juegos del Hambre. El exceso de maquillaje, particularidad de las personas del capitolio, las pelucas extravagantes y las enormes prendas que usaba, fueron indispensables para crear al personaje de Effie Trinket.
Demy Moore – G. I. Jane (1997)
Un año después de su película striptease, la actriz estadounidense se sometió al verdadero entrenamiento de los USA Navy Seals. Con marchas forzadas, Moore obtuvo el cuerpo musculoso que su papel exigía; tuvo que rasurar su cabeza para hacer un papel más creíble y a pesar de todos los sacrificios, fue nominada a un “Razzie” como peor actriz.
Robert De Niro – Raging Bull (1980)
Mientras terminaba de filmar la segunda parte de El Padrino, De Niro encontró la novela de Raging Bull y rogó a Scorsese que la llevara a la pantalla grande. Para alcanzar uno de los más grandes logros de Scorsese, Robert De Niro tuvo que someterse a un duro entrenamiento para convertirse en el boxeador Jake LaMotta, pero lo difícil vino después, cuando tuvo que aumentar cerca de 30 kilos para la segunda parte de la película. Con esto, De Niro rompió un récord al ser el actor con un cambio tan drástico para un papel hasta ese entonces.