La tragedia antigua se contó a través de los designios y las fatalidades que, según Aristóteles, tenían la función de crear una catarsis en el espectador de tal forma que éste se reflejara en el protagonista y evitara cometer la misma serie de errores que lo llevaron al funesto desenlace. No sería descabellado pensar que la tragedia posmoderna puede empezar a encumbrarse alrededor de un síntoma tan definitivo como decadente: la adicción al Internet.
El deseo obtuso de estar conectados todo el tiempo, la frenética obsesión por actualizar las redes sociales a cada instante en busca de nuevo contenido genera en el cerebro oxitocina, la misma hormona que se relaciona con el amor y los lazos afectivos. Lo más trágico es la actitud que reduce la vida material y la convivencia social a una interconexión virtual desarrollada a través del medio de comunicación más impersonal de la historia; sin embargo, hay momentos en los que la red falla y entonces (sólo entonces) podemos darnos un respiro, erguir la cabeza y contemplar el mundo material que nos rodea.
Estos son 8 libros que puedes leer cuando te quedas sin Internet, algunos clásicos de la literatura mundial cuya lectura no lleva más de un par de horas, al menos mientras vuelve la red:
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“Crónicas Marcianas” (1950) – Ray Bradbury
Un placer de libro que cuenta distintas historias de hombres y marcianos sin una conexión aparente entre ellas, salvo la línea cronológica que mantiene cada relato unido y da cohesión, a partir de pequeñas historias, a una metahistoria que narra desde la llegada del hombre a Marte hasta las cuatro subsecuentes expediciones, donde se tocan y extrapolan temas como la guerra y la desigualdad social.
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“Las batallas en el desierto” (1981) – José Emilio Pacheco
Este clásico de la literatura mexicana contemporánea cuenta la historia de Carlos. Retrata dos de los temas recurrentes en la obra de Pacheco: la obsesión por los detalles y la vida en la Ciudad de México durante los años 50, lo que sitúa al lector históricamente con referencias políticas y artísticas de esos momentos, además del descubrimiento de la sexualidad durante la adolescencia.
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“El Principito” (1943) – Antoine de Saint-Exupéry
A primera vista, el Principito puede parecer un cuento simple, sin embargo, éste es mucho más que una historia para niños sobre lo realmente importante. Sus personajes tienen una multitud de acepciones y el diálogo del Principito con el piloto mantiene un dejo de misterio todo el tiempo, lo que ha sido objeto de diversos análisis e incluso de tesis doctorales.
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“La metamorfosis” (1915) – Franz Kafka
La novela corta más influyente de Kafka cuenta la historia de Gregorio, un joven que se encarga de mantener a su familia hasta que una mañana despierta convertido en un insecto. La exclusión que sufre por parte de la sociedad y luego de su familia es comúnmente interpretada como una crítica a la sociedad que excluye y clasifica a aquellos que no se adecuan al status quo imperante, aunque la búsqueda de otros posibles significados es un tema de debate en la literatura mundial.
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“El naranjo” (1993) – Carlos Fuentes
Serie de cinco cuentos históricos sobre la conquista y el mestizaje que tienen en común a un naranjo. El fruto traído desde ultramar enraizó en México con relativa facilidad, símbolo de la mezcla de culturas y cosmovisiones en la compleja sociedad novohispana. Los cuentos de Fuentes incluyen a personajes centrales de la época como Cortés y la Malinche, lo que entrelaza situaciones fantásticas con hechos históricos fidedignos.
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“La guerra de los mundos” (1898) – H. G. Wells
El relato original de ciencia ficción que se viralizó a partir de la paranoia que vivió Estados Unidos en 1938, cuando Orson Welles realizó una dramatización del texto para CBS Radio en directo, lo que causó una confusión que derivó en un estado generalizado de pánico en cerca de doce millones de radioescuchas en territorio norteamericano, una de las más grandes joyas de la radio y la literatura.
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“Los relámpagos de agosto” (1964) – Jorge Ibargüengoitia
Una novela histórica que ilustra lo que aconteció al final de la Revolución Mexicana en los primeros pasos del México institucional. Escrita con un genio satírico sin comparación, combinado con un humor muy mexicano que hace de cada capítulo un goce. Los personajes están basados en hechos reales y mientras avanza el texto se revelan sus identidades y confirma nuestras sospechas de dar cuenta exacta de quien se trata.
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“El viento distante” (1963) – José Emilio Pacheco
Es una colección de cuentos cortos del ganador del Premio Cervantes 2009 que se sumergen en el periodo difícil en el que la infancia se consume mientras se pasa a la adolescencia y se descubre la sexualidad a la vez que el mundo imaginario y fantástico queda atrás. Tarde de agosto, uno de los mejores cuentos de la recopilación, cuenta la historia de un adolescente de catorce años enamorado de su prima Julia, que pasa del anonimato al protagonismo por tratar de impresionarla frente a su novio, Pedro.
La desconexión a Internet puede pasar de ser una experiencia traumática y frustrante a una vital, a través del encuentro con la realidad que está más allá de nuestros dispositivos móviles. Estos libros son sencillos de leer, pues cuentan historias amenas que nos identifican con sus personajes, además de aumentar nuestra visión y entendimiento del mundo que se desarrolla lejos de las redes sociales.
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