Concédeme este último trago antes de marcharte. Antes de irte sin dar vuelta atrás.
Concédemelo, por los buenos momentos y por los malos. Por las noches, las madrugadas y los días festivos y laborales. Por los sábados ociosos, los viernes largos y los lunes en el Tártaro.
Este último trago va por el Tercer Mundo, el Primero y quien sabrá dónde esté el Segundo. Va por el océano que nos separa, los hilos del destino invisibles que nos unen. Va por el frío que yo amo y tú odias. Por la caída de una hoja seca y el brote de una flor.
Un último trago en memoria de los que estuvieron antes de mí, en homenaje a los que estarán después de ti, en memoria de los besos que me distes y de los que yo te di. Un último trago por los que ya no se darán.
Concédeme este último trago, bailemos esta última canción, un último beso. Concédeme este último trago antes de que eche los recuerdos a las brasas ardientes del olvido, concédemelo que es el último, concédemelo antes de que te pida un trago más.
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Las fotografías que acompañan el texto pertenecen al artista Alessio Albi