El día de hoy, 2 de octubre, el mundo recuerda a Gandhi en el 145 aniversario de su natalicio. El hombre, que a través de su movimiento pacífico logró liberar a la India de la administración británica, es mundialmente conocido por su oposición a la violencia como vía política de su lucha.
Desde su viaje a Inglaterra para estudiar la carrera de Derecho, su estancia en Sudáfrica como abogado defendiendo a la minoría india en ese país y hasta su regreso a la India para encabezar el movimiento independentista, Gandhi escribió múltiples textos y ensayos donde versaba sus pensamientos e ideas. Si bien muchas frases que a él le atribuimos no tienen evidencia alguna, como por ejemplo la más famosa “Se el cambio que quieres ver en el mundo”, hay otras que están bien documentadas y que vale la pena retomar.
“Para mi siempre ha sido un misterio cómo los hombres pueden sentirse honrados por la humillación de sus congéneres”.
“El hombre debe elegir entre dos caminos: el que va cuesta arriba o el que va cuesta abajo; pero como en su interior tiene una bestia, elegirá más fácilmente el que va cuesta abajo antes que el que va cuesta arriba, especialmente cuando el camino cuesta abajo se le presenta adornado con bellos ropajes. El hombre capitula fácilmente cuando el pecado se le presenta envuelto en el ropaje de la virtud”.
“En la India hay tres millones de personas que se contentan con una única comida diaria, y esa comida consiste en un chapati sin ningún tipo de grasa y una pizca de sal. Tú y yo no tenemos derecho a nada de lo que tenemos hasta que estos tres millones estén mejor alimentados y vestidos. Tú y yo, que debemos saberlo mejor, debemos ajustar nuestras exigencias, e incluso someternos a hambre voluntariamente para que ellos puedan ser atendidos, alimentados y vestidos”.
“Si estás en paz contigo mismo, todo lo relacionado con tu persona estará bien, aunque todo parezca ir tremendamente mal. Y al contrario, si no estás en paz contigo mismo, todo lo relacionado con tu persona estará mal, aunque parezca ir bien”.
“La esposa no es la esclava del marido, sino su compañera, su colaboradora y una pareja equitativa en todas sus alegrías y pesares… tan libre como el esposo para elegir su propio camino”.
“Guardarás el honor de tu esposa y no serás su dueño, sino su verdadero amigo. Considerarás sagrados su cuerpo y su alma, igual que confío en que ella considerará tu cuerpo y tu alma. Con este fin, tendrás que vivir una vida de oración y trabajo, de simplicidad y de autocontrol. Ninguno de los dos considerará al otro como objeto de lujuria”.
“Mis privaciones, mi ayuno y mis oraciones sé que no tienen ningún valor si confío en ellas para reformarme. Pero tienen un valor inestimable si representan, como espero que lo hagan, el ansia de un alma que se esfuerza por reposar su cansada cabeza en el regazo de su creador”.
“No existe el gandhismo, no quiero dejar ninguna secta tras de mí. No pretendo haber originado ningún principio ni doctrina nuevos. Simplemente he intentado a mi modo aplicar las verdades eternas a nuestra vida diaria y a sus problemas”.
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