El 28 de noviembre de 1757, nace William Blake, pintor, grabador, poeta británico y un romántico empedernido, emoción que proyectó en algunas de sus pinturas-poemas, como en “El Paraíso perdido de Milton” (su preferido), o “Las noches”, de Edward Young.
Con influencia de Miguel Ángel y una ideología muy marcada, Blake logra hacer sentir lo que él siente no sólo con sus pinturas, sino también con la poesía. Resulta de gran interés no sólo conocer su trabajo como artista, que a través del tiempo ha dejado huella, sino también, los pequeños detalles que le hacen único, como la musculatura detallada de algunas de sus pinturas.
Enemigo de la esclavitud, creyente ferviente de la igualdad sexual y racial; sus poemas y pinturas muestran la humanidad universal. En algunas ocasiones la ideología plasmada en sus obras provocó que fuera culpado de traición contra el Rey en 1803.
Un interés profundo por los acontecimientos sociales y políticos durante toda su vida, lo llevó a disimular el idealismo social y transformar las declaraciones políticas en imágenes místicas para protestantes.
En Cultura Colectiva lo recordamos con un pequeño fragmento de uno de sus poemas:
“No poseo nombre: pero nací hace dos días”. ¿Cómo te llamaré? “Soy feliz. Me llamo alegría”. ¡Que el dulce júbilo sea contigo!
¡Bonita alegría! Dulce alegría, de apenas dos días, te llamo dulce alegría: así tú sonríes, mientras yo canto. ¡Que el dulce júbilo sea contigo!
William Blake fue un artista que marcó su época; su obra plástica y escrita lo convierten en una de las figuras más singulares del arte y la literatura inglesa. Murió un 12 de agosto de 1827.