Ya es hora de que los grandes nombres del horror (John Carpenter, Dario Argento, M. Night Shyamalan) den paso a las nuevas promesas, a los recientes visionarios de las imágenes más horribles del séptimo arte destinadas a sembrar miedo entre la audiencia. Todo lo que alguna vez fue novedoso termina por perder su hegemonía (salvo casos excepcionales) y por ello es necesaria la evolución en la manera de transmitir un sentimiento o un mensaje. En el cine de horror esto es necesario para que el género no muera y se mantenga a flote. Apenas hace unos días debutó con notable éxito en el Festival de Sundance el realizador norteamericano Ari Aster y su largometraje Hereditary (2018).
El joven director, egresado del American Film Institute, ha engrosado con su largometraje la extensa lista del subgénero de casas encantadas. A pesar de ello, ha logrado realizar un producto alucinante, aterrador y de proporciones realmente tenebrosas. La historia gira en torno a una mujer, sus dos hijos (la niña es bastante creepy) y su marido que viven en una casa de un típico barrio apartado de la clase media de los Estados Unidos. El horror comenzará a hacerse presente cuando extrañas apariciones y objetos que se mueven solos hagan acto de presencia en casa de la familia para perturbar la paz de su hogar.
Aquí entran en juego los secretos del pasado y la herencia genética como detonantes de una historia que ha sido evaluada con las máximas clasificaciones y comentarios como: «es un terror emocional puro del tipo que es indescriptible, que te atrapa con verdadero horror», escribió AA Dowd para el AV Club.
Ha sido tal el impacto y el miedo provocados por la historia que la crítica no ha dudado ni un instante en señalarla como la mejor película de horror de 2018, aun cuando ni siquiera hemos llegado a mitad de año y ya han sonado títulos que prometen ser espectaculares para los siguientes meses: Unsane (2018), The Endless (2017), Hagazussa — A Heathen’s Curse (2017) o Vampyr Vidar (2017). ¿Qué tiene Hereditary que la distingue desde ahora como lo mejor del año en un género donde cada vez cuesta más innovar y sobre todo con una historia de casa encantada?
Hay que empezar por señalar la gran actuación de la actriz Toni Colette, vieja conocida de las historias de fantasmas al aparecer en la famosa cinta The Sixth Sense (1999), donde encarna a la madre de un niño que tiene la capacidad de ver fantasmas y comunicarse con ellos. Como es importante en una buena historia de horror, el miedo no se basa en efectos de sonido o sobresaltos torpes y predecibles en un sótano o en un espejo que se cierra, sino en el discurso, donde el horror se respira en cada gesto, palabra y acción de los personajes. La inteligencia de la película también se hace evidente en los inesperados giros que incrementan la sensación de que algo muy malo espera a los inocentes al final del relato.
Ari Aster muestra una habilidad prodigiosa para crear ambientes de gran tensión y de una maldad absoluta en entornos absolutamente cotidianos. Dicha habilidad ya la había mostrado con su cortometraje The Strange Thing About the Johnsons (2011), un historia también enmarcada en un contexto familiar donde el tema del abuso sexual perturba la mente de los espectadores. Cuando sus personajes se enfrentan a la realidad de ver que sus propios familiares son los responsables del horror, un miedo paralizante inunda la mente del espectador.
Si resultan ciertas las comparaciones que se le han hecho a esta cinta con títulos de culto como Rosemary´s Baby (1968), The Wicker Man (1973) y The Shining (1980), entonces estaríamos ante una de las más influyentes de los últimos tiempos. Al igual que estas películas, Hereditary navega en territorios que aparentemente resultan seguros como es el hogar, dulce hogar. Por ello es que aterroriza tanto saber que unos seres diabólicos te quieren echar del lugar que te pertenece y que, en teoría, tendría que ser el sitio ideal para tu descanso y diversión.
Quizá las nuevas generaciones ya merezcan tener su The Exorcist (1973) , The Shining (1980), The Blair Witch Project (1999), películas que marcaron a una generación específica y que por ello se convirtieron en cintas de culto. No se sabe cuál será la fecha de estreno en México, pero cuando así sea, los corazones se paralizarán al ver las primeras escenas del filme.
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Los fanáticos de las películas de terror estarán emocionados ante la llegada de Hereditary a las salas de cine. Sin embargo, también es necesario aclarar que aún faltan por estrenarse otras cintas escalofriantes, las cuales podrán competir en calidad con el largometraje de Ari Aster. Es motivo de celebración que en las primeras semanas de 2018 haya salido esta película que promete revolucionar todo lo que hasta hoy hemos visto en el subgénero de las casas encantadas.