Las Aventuras de Alicia en el país de las Maravillas puso en duda los límites de la fantasía y la realidad tras su publicación. Charles Lutwige Dodgson, mejor conocido como Lewis Carroll, realizó una labor introspectiva para concebir su más célebre obra literaria, se auto analizó y dividió su personalidad en dos, por un lado el matemático lógico guiado por la razón y por el otro su pseudónimo cobró vida propia como el soñador absurdo alimentado por la imaginación y los impulsos inconscientes de su niño interior, el verdadero creador de una realidad alterna sin las imposiciones adultas.
El mundo mágico que creó Lewis Carroll hizo que se convirtiera en todo un clásico tanto literario como cinematográfico, ya que sus historias están llenas de las constantes preguntas del Yo.
La segunda entrega de Alicia en el país de las maravillas, adaptada al cine por Tim Burton, nos transporta a un mundo fantasioso que permite cuestionar diversos elementos de nuestra realidad, hablando desde los sueños y, por qué no, la locura. Es por ello que para entender mejor lo que nos muestra el filme, debemos tener claro algunos elementos que han sido analizados a lo largo de la historia: el tiempo, el espacio, la consciencia y lo otro.
1. El tiempo dentro de la narrativa
La sucesión de momentos en la película se entiende como un “océano del tiempo”, en el cual podemos encontrar cada uno de los episodios vividos gracias a la “cronósfera”; Alicia se mueve de manera lineal sobre la dimensión histórica, entra por los episodios con el fin de modificar o aclarar algunos aspectos del presente. Dicha problemática se desarrolla porque el Sombrerero Loco está en depresión y descubre un detalle que le permite intuir que su familia sigue con vida, pero nadie cree esa idea y él comienza a agonizar, por lo que Alicia, su mejor amiga, deberá confiar en la pista del extraño personaje y se desplaza por el tiempo a fin de modificar los hechos y salvar a su amigo de esa situación.
En la realidad compartida con la mamá de Alicia, el tiempo es comprendido como “un amo muy cruel”. En este momento podemos remontarnos a la figura griega de Cronos, personaje que existe antropomórficamente —interpretado por el actor Sasha Baron Cohen— dentro de la fantasía de Alicia. Lo que presenta diversas formas de explicación dentro de la realidad que se alcanza al hallar elementos que sólo habitan en el mundo platónico.
2. El espacio en determinada realidad
Para entrar al mundo de Alicia tenemos de referencia la secuela de la novela de Lewiss Carroll A través del espejo y lo que Alicia encontró allí; sin embargo, es importante saber que no corresponde con la novela de 1871 y, por tanto, la narrativa fílmica difiere del escrito original. En el caso cinematográfico, el espejo por el cual atraviesa Alicia es el telón sobre el que se fantasea en una problemática del tiempo, aunque es importante remarcar a pesar de que Alicia atraviesa el espejo sigue habitando su corporeidad y termina en un manicomio; escena que aparece avanzada la película, pues al huir del Señor del Tiempo, traspasa otro espejo que le permite tomar consciencia de su cuerpo en el manicomio y del que su madre le ayudará a escapar.
Si comparamos este estado mental con las nuevas tecnologías que nos permiten habitar aparentemente nuevos mundos, estos toman posesión de nuestra consciencia y a pesar de ello nuestro cuerpo aún reacciona a dichos estímulos. No podemos despreciar la realidad en la que habita Alicia para ayudar al Sombrerero, ya que es parte subjetiva existente en el mundo de las ideas y en la individualidad del sujeto, donde el espacio que ocupa lo hace posible gracias a su estado de “consciencia”, cuyos niveles lógicos le permiten comunicarse, teniendo breves lapsos de confusión, a causa de ciertas situaciones que no responden al nivel lógico racional.
3. Lo que crees te define
El estado de consciencia en el que habita Alicia nos da un primer nivel de conocimiento: la creencia, que se eleva al nivel supremo; al no creer en el otro, se queda imposibilitado de responder a una identidad propia que nos define de cierta manera. “No eres porque no confías en mí” es la frase del Sombrerero para Alicia, sentencia que marca a la protagonista y la impulsa a ayudar en la misión de salvar a su amigo, pues su identidad queda comprometida al no cree en su amigo. Es esta paradoja la que determina la realidad que cuestiona al espectador sobre la realidad de los sueños: “un sueño no es la realidad… y, ¿quién te dice cuál es cuál?”.
Estas imaginaciones se ven determinadas por el pensamiento discursivo y resultan “impensables”, demerita así su papel dentro de una realidad marcada por la lógica y el raciocinio discursivo, y se relaciona con el problema psiquiátrico de las personas que no asocian la realidad con su pensamiento; realidad a la cual Alicia se enfrenta cuando vuelve al mundo donde habita su madre.
La realización encontrada en la imaginación es la que le permite enfrentar y ver la existencia desde una perspectiva poco común, para con esto contagiar a quienes la seguirán en las nuevas aventuras en las que debe “hacer seis imposibilidades antes de iniciar el día”.
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Lewis Carroll es uno de los escritores más conocidos y leídos desde hace 150 años, sus historias han logrado seguir vigentes a través de muchas décadas, por ello es que si aún no conoces la historia de la niña en la que se basó el autor para escribir Alicia, descúbrelo aquí. También debes aprender los acertijos de la psicología que encierra “Alicia en el país de las maravillas”.