Muchas historias que ahora conocemos es gracias a la magia del cine. El séptimo arte es el responsable de dar cara, voz y personalidad a personajes entrañables que habitan la memoria universal. Pero como todo en el mundo, antes hubo alguien (algunos) responsables de que monstruos, héroes, villanos, princesas o magos existieran primero en papel: en un cuento o una novela, un libro. Esta es la primera parte de una lista con 10 películas para niños adaptadas de la versión original por escrito. Para niños por contar con personajes animados, dibujos o protagonistas infantiles, pero con un argumento pensado, en algunos casos, para un público mayor. La lista es original de María Cristina Alemán, editora en jefe de moreliafilmfest.com
Alicia en el país de las maravillas (1951) de Clyde Geronimi, Wilfred Jackson y Hamilton Luske
Es bien sabido el interés que el “Tío Walt” tenía por llevar el clásico de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas, a la pantalla grande. Éxitos como La Cenicienta dieron confianza a Walt Disney para aventurarse con una historia simbólicamente compleja en una adaptación para el público infantil. Sin embargo, este proyecto llevaba ya varios años en la mente y los estudios de la casa Disney.
Walt Disney, un seguidor del trabajo literario del británico, decidió concentrar todos sus esfuerzos en la realización de esta película, por lo que reunió a un gran equipo entre guionistas y animadores para hacer de Alicia… un cuento para niños. Más de 10 guionistas trabajaron en el proyecto, entre ellos, el mismísimo Aldous Huxley, cercano de Walt Disney, quien recurrió al autor de Un mundo feliz por creer en la capacidad de éste para desentramar el complejo material y llevarlo a una versión más ligera. Los resultados no fueron los esperados; la versión de Huxley requería un grado de entendimiento superior al que un niño sería capaz de dilucidar en la trama.
El resultado final sería la compilación del trabajo de varios, a veces inconexo, tal como la trama planteada por Carroll. Pese a los esfuerzos de Walt Disney por convertir el trabajo del británico en un cuento para niños, el resto del equipo creyó poco apropiado adaptar el texto original; Alicia… es, entonces, una producción de Disney sin serlo. El recurso de la princesa se eliminaba con la caprichosa Alicia, y al contrario, como en el texto original del británico, abundaron los personajes secundarios (los gemelos Tweedledee y Tweedledum, la morsa, la reina de corazones, el sombrero loco, la liebre de marzo o el gato de Cheshire) que aderezaban el ir y venir de Alicia en busca del conejo blanco.
Lo valioso en el trabajo de los estudios Disney es la impecable animación de la película que, a primera vista, la hacía una historia infantil. De cualquier modo, la cinta resultó un fracaso en taquilla pero anida en la memoria colectiva como una de las tantas reinterpretaciones del clásico de Carroll en la cultura popular.
Donde viven los monstruos (2009) de Spike Jonze
Además de datos poco conocidos como su consideración de “pieza del tesoro nacional”, a esta película le antecede el polémico debate suscitado desde la publicación del libro en la década de los 60 por considerarlo demasiado atemorizante para los niños y que propiciaba a estos a ser rebeldes como su protagonista.
Maurice Sendak es el autor e ilustrador de este clásico infantil revolucionario para su época. La historia es la de Max, un niño como cualquier otro con miedos comunes que afronta gracias a su imaginación. Es durante la noche que el pequeño Max se encuentra cara a cara con lo que más le atemoriza y comienza un viaje al mundo de los monstruos.
Este clásico es más que un cuento para niños, es una lectura que da cuenta del “miedo a crecer”: los monstruos que habitan en cada uno y que se manifiestan en algún momento de la propia vida. Mención aparte merecen las ilustraciones del autor: personajes grandulones y corpulentos pero de gesto amable, a veces, enternecedor.
Sobre los resquemores que desató la publicación del libro en los adultos, Sendak diría: Los adultos son personas que tienden a sentimentalizar la infancia, a ser sobreprotectores y a pensar que los libros para niños han de amoldar y conformar la mente a los modelos aceptados de comportamiento, logrando niños sanos, virtuosos, sabios y felices.
La versión para la pantalla grande estuvo dirigida por Spike Jonze. La película se estrenó en 2009 y no sólo conservó la fantasía del guión original, sino que con ayuda de recursos tecnológicos y una acertada selección musical a cargo de Karen O, se convirtió en una aventura de poderosas imágenes y entrañables personajes.
Willy Wonka y la fábrica de chocolate (1971) de Mel Stuart
Dos versiones existen del clásico de 1964 escrito por Roald Dahl, cuyo nombre original es Charlie y la fábrica de chocolate. La más reciente, protagonizada por Johnny Depp y dirigida por Tim Burton, poco tiene que pedir a su anterior de 1971, en la que Willy Wonka es encarnado por Gene Wilder.
Cinco niños son los afortunados ganadores para visitar la fábrica de chocolate de Willy Wonka. Fueron ellos los que hallaron el ticket dorado en las tablillas de chocolate de la firma. El grupo vive una aventura en el sorprendente espacio de golosinas del singular Sr. Wonka, pero al mismo tiempo compiten por “el gran premio”. Charlie, un niño pobre quien entra a la fábrica acompañado de su abuelo, dará a Willy Wonka una lección sobre el valor de la familia.
Si bien la versión de Burton cuenta con algunos efectos y el siempre recurso Johnny Depp, el clásico de 1971, dirigido por Mel Stuart, cuenta con el simpático Gene Wilder, referencias literarias que sustentan la trama y los Oompa Loompas conforman un ejército de cabellos verdes y piel naranja que proviene de Loompalandia (esto después de que la novela original fuera considerada racista por describirlos esclavos con piel oscura).
El Mago de Oz (1939) de Norman Taurog, King Vidor, Victor Fleming, Mervyn LeRoy y George Cukor
Una joven estadounidense es arrastrada por un tornado en el estado de Kansas y dejada en una fantástica tierra donde habitan brujas buenas y malas, un espantapájaros que habla, un león cobarde, un hombre de hojalata y otros seres extraordinarios. Esta es la historia que L. Frank Baum cuenta en la novela infantil El maravilloso mago de Oz, la que fue adaptada al cine en un musical de fantasía por Victor Fleming, en 1939, y protagonizado por Judy Garland, Frank Morgan, Ray Bolger y Bert Lahr.
El clásico musical fue considerado por la UNESCO como memoria del mundo, solamente junto a Los Olvidados, de Luis Buñuel y Metropolis, de Fritz Lang. El mago de Oz es una joya en la historia del cine gracias a la música, la producción y las actuaciones, elementos que fueron y continúan siendo revolucionarios.
El libro de la selva (1967) de Wolfgang Reitherman
En 1894, Rudyard Kipling concibió la historia de Mowgli, un niño salvaje quien crece en medio del paisaje junto al oso Baloo, la pantera Bagheera y el tigre de bengala Shere Khan. El texto original contenía los grabados de su padre, un profesor de la Escuela de Arte de Bombay.
Las aventuras del niño lobo nacieron de la imaginación de un autor con amplio conocimiento de la selva, quien proyectó esta historia sin el rigor científico que se esperaría pero con toda la fantasía cabida en la posibilidad de que un humano sea criado entre animales que cantan, bailan y poseen rasgos del comportamiento humano.
En la obra original, El libro de la selva, también llamado por Kipling El libro de las tierras vírgenes, se dividía en cuentos individuales pero que en su conjunto integraban una misma historia en orden cronológico. En 1967, Walt Disney hizo lo propio con una película animada llamada The Jungle Book, con argumento en la obra de Kipling. La película ocupa el puesto 19 entre los clásicos animados de Disney, y fue la última que produjo el Tío Walt antes de que la muerte lo alcanzara.
Dirigida por Wolfgang Reitherman, El libro de la selva, en su doblaje al español, cuenta con la voz de “Tin Tan” en el personaje de Baloo, y estuvo nominada en los Oscar por Mejor canción original, en 1967.