Establecemos relaciones sociales con cientos de personas todos los días de forma tan común que ya no nos damos cuenta; desde nuestra familia, compañeros de estudio, de trabajo o vínculos sentimentales que han acabado o están a su máxima potencia. Pero sin duda llevamos una carga interminable de relaciones pasadas. Aquellas amistades que conservamos porque en algún momento fuimos un apoyo para ellos o ellos para nosotros pero que ahora, simplemente debemos darnos cuenta de que no valen la pena.
Vemos series y películas en la televisión y nos preguntamos cómo alguien puede ser amigo de ese nefasto que vemos en pantalla y que a su vez es tan popular; que además, existen seres que pueden hacer tanto daño y aún así salir libre de cualquier percance pero eso no ocurre sólo en la televisión y estamos más cerca del peligro fuera de la pantalla de lo que imaginamos.
Compartimos el espacio con personas que nos desgastan y roban hasta el último aliento. Cuando estamos con ellos la pesadumbre se apodera de nuestras acciones y ese ente no aporta nada a nuestra vida. Tenemos la horrible costumbre de intentar conservar a nuestros viejos amigos aunque ni siquiera los vemos en lugar de centrarnos en los que siempre han estado.
Te presentamos algunos tipos de relaciones tóxicas que deberías dejar de conservar:
La víctima
Ante cualquier problema, el único remedio es adoptar el rol de víctima. La culpa de todos sus conflictos la tienen otras personas y eluden las responsabilidades sobre lo malo que les ocurre. Pero ese rol puede afectar también a los que están a su alrededor, contagiando su tristeza, frustración y apatía. Alejarse de ellos no es malo, porque al mismo tiempo, les das la posibilidad de actuar ante las circunstancias.
La persona que no corresponde
Aquella que te llama para pedir cualquier favor, dinero, ayuda en una mudanza o cualquier problema que tenga pero cuando tú necesitas su ayuda, el favor nunca será devuelto. Es decir, no es una amistad bidireccional sino que esperan recibir todo a cambio de nada. El ejemplo podría ser Homero Simpson con Ned Flanders.
Todos tenemos un amigo que critica a los demás o se burla de los otros, pero cuando el único tema de conversación es ese, existe un problema. Si cada vez que están juntos, no deja de hablar mal de las personas de su alrededor o amigos en común o simplemente te lo cuenta por mensajes de texto, algo malo ocurre con él. Tal vez tú seas una víctima más cuando no está contigo.
La mayoría de nosotros ha dicho algún comentario acerca de alguien más pero esas personas viven la vida de otros porque no les es suficiente la suya. Su vida es gris, aburrida o llenas de frustraciones, así que es mejor destrozar lo que las rodea. Si no quieres que haga juicio de valor sobre ti, no permitas que lo haga sobre otros.
El pesimista
Tal vez su pasado haya hecho que sus ilusiones desaparezcan y ahora simplemente no enfrenta al mundo con la misma esperanza que tú. Esa persona se encargará de romper tus ilusiones porque ella se ha rendido. Sólo puede ver las dificultades de todos los proyectos realizables, siembran dudas, miedos e inseguridades y terminan por desmotivar a quien se encuentra a su lado. Sólo basta con unos minutos de estar a su lado para que todas tus energías de iniciar algún proyecto desaparezcan. Desprenden negatividad y nunca intentan nada.
Narcisista
Si tienes una relación de amistad con una persona así, te darás cuenta que se trata de una persona a la que sólo le importa él y su bienestar. Sólo habla de sí mismo, te “comparte” sus problemas y alegrías pero no tiene idea de los tuyos. Tienen una tremenda necesidad por recibir atención y los que están a su alrededor se encargan de alimentar su autoestima.
Este comportamiento es típico de personas que se consideran superiores que el resto por lo que exageran sus talentos para ser el centro de admiración o envidias.
El manipulador
Son personas que reflejan amabilidad e inspiran confianza pero en realidad, guarda toda la información que le das para utilizarla en tu contra si es necesario. Es importante nunca ver a este tipo de personas como algo más que compañeros, porque son capaces de fingir sentimientos, engañar y hacer parecer alguna situación todo lo contrario de como lucía al principio con el único fin de parecer víctimas mientras en realidad son verdugos.
El delator
Ese que con sólo una mirada te dirá que sabe tus más oscuros secretos o aquellas cosas en las que te has equivocado para después delatarte o meterte en problemas. Vive en un ataque de ira constante como si los demás les debieran algo. No soporta el éxito, esfuerzo y persistencia de los demás porque lo hacen sentir menos.
Y aunque es verdad que las personas de tu alrededor influyen en tu felicidad, también existen hábitos que lo único que hacen es acabar con ella.
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Referencia: El País