¿Cuántas veces te quejas al día?, pero sobre todo, ¿en cuántas ocasiones has hecho algo por cambiar tal situación? Vale la pena que te detengas a analizar este escenario un momento. A veces, creemos que no tenemos el poder de transformación en nuestras manos y que de nada valen los pequeños esfuerzos individuales, por lo que nuestra salida más fácil es externar nuestras inconformidades de todas las maneras posibles sin estar dispuestos a sacrificar algo para lograr el cambio que deseamos.
La contaminación forma parte importante de estos cambios, pues desde 2016 se han presentado problemas atmosféricos severos en el Valle de México, los cuales no se veían desde hace décadas. A todo esto se le han sumado otros males que afectan a diversas urbes alrededor del mundo, tal es el caso de las inundaciones en época de lluvias. Los noticieros y redes sociales se llenaron de testimonios de personas que se quedaron varadas en algunos puntos de la ciudad, ya que las condiciones climáticas y de contaminación agudizaron dicha situación.
Sin embargo, ésta es tan sólo una cara del conflicto que atraviesa el planeta y que nos involucra a todos, aunque en este caso se hizo más evidente por el encuentro de la precipitación fluvial y la inexplicable cantidad de basura que había atrapada en las coladeras. Además, existen otros problemas que nos aquejan día con día de manera directa como la mala calidad de aire y no nos damos cuenta.
Lo peor es que creemos que para combatir dichas dificultades climáticas, necesitamos estar respaldados por una gran institución o tener millones de pesos para crear programas que ayuden a revertir el daño de alguna forma, cuando en realidad, la solución está frente a nuestros ojos y podemos formar parte activa de esta transformación positiva con acciones simples desde nuestra casa:
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Separa la basura
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a diario se recolectan 86 mil 343 toneladas de basura en la Ciudad de México. Imagina si hacemos los cálculos pertinentes para todo el mundo; esto quiere decir que cada persona genera aproximadamente 770 gramos de residuos los cuales derivan de viviendas y edificios, y muchas veces terminan en las calles.
Del monto total de estos deshechos, se tiene contemplado un reciclaje del 28 % de la basura, 14 % de cartón, 6 % de vidrio y 4 % de plástico; cifras que respaldan esta actividad como una forma de atacar de raíz al asunto. ¿Cómo hacerlo? Destina en tu hogar cuatro botes para: basura inorgánica reciclable, inorgánica no reciclable, orgánica y de manejo especial —objetos voluminosos—.
Utiliza el transporte público o invierte en una bicicleta
Al realizar rutas estratégicas para moverte de tu casa a la escuela o trabajo y viceversa, debes tomar en cuenta si puedes optar o no por el transporte público o bicicleta, pues de acuerdo con diversos estudios de movilidad, el inmenso parque vehicular –aproximadamente de 5.4 millones de unidades– es la principal causa de la contaminación del aire que respiramos. Así que cuando tomas esta opción, además de ayudar a tu cartera y a tu salud, el medio ambiente te lo agradecerá.
Haz una lista para ir al súper
Ten a la mano papel y pluma y cuando notes que algo te hace falta realmente, anótalo. Así, realizarás tus compras exactas y sin gastar en cosas que no necesitas, influyendo de manera directa en la cantidad de deshechos que envías a la basura cada semana. En verdad, ir al supermercado es muy traicionero para la mente, no dejes que te convenza de comprar cosas de más.
Báñate en 5 minutos
Algunas instituciones, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiendan cinco minutos como el tiempo ideal para ducharte, sin embargo, muy pocas personas lo hacen. Si tú comienzas a aplicarlo, puedes ahorrarte litros y litros de agua para ayudar al planeta y desde luego a tu bolsillo.
Desconecta todos los aparatos cuando no estés en casa
Cuando salgas, asegúrate de desconectar todo lo que no utilices: microondas, computadora, televisión, reguladores, etcétera; también apaga las luces. Por ejemplo, un error común que contamina consumiendo energía innecesariamente, es dejar conectado el cargador del celular, evítalo a toda costa.
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Revisa que no haya fugas de gas
Existen diversos gases que por sus componentes afectan irreparablemente a la capa de ozono –como el gas LP–, provocando a su vez irritaciones en nuestro sistema respiratorio, disminución de nuestra capacidad pulmonar y también afecta tanto a animales como a plantas. Por ello, asegúrate que antes de salir de casa, tu tanque o llave estén en orden.
Por utópico que suene, los pequeños cambios que puedes incluir en tu cotidianidad intervienen a favor del planeta para que esta situación que antes veíamos muy lejana –y ahora está a la vuelta de la esquina–, disminuya. La contaminación ambiental es un problema que aqueja a chicos y grandes, poniendo en riesgo no sólo nuestra calidad de vida, sino también nuestra propia existencia como especie.
Es momento de actuar, de transformar y comenzar a dar pasos adelante por ti y por el mundo entero.
Si quieres saber más al respecto, visita http://www.gob.mx/comisionambiental.