Estás frente al espejo lavándote las manos, no sabías que la sangre era tan difícil de quitar. Te enjabonas una y otra vez, como si quisieras que el agua se llevara hasta el último rastro de lo que acabas de hacer. Nunca pensaste que serías capaz de algo similar, antes de este momento, creías que eras una persona “normal” aunque, en el fondo, siempre supiste que había algo extraño en tu forma de entender el mundo.
Quizá nunca has hecho algo que dañe a otros –hasta ahora–, pero, ¿qué te garantiza que será así el resto de tu vida? Todos somos susceptibles a permitir que el miedo o la ira tomen el control de nuestras decisiones, sin embargo, hay ciertos rasgos de personalidad que te hacen más propenso a actuar con la crueldad y sangre fría de un psicópata. De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, existen algunos indicadores para identificar a una persona que, en determinadas circunstancias, podría convertirse en un asesino serial:
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Te da igual lo que sientan otras personas
Nunca has llorado viendo una película, ni siquiera en un funeral te contagias de la tristeza de otros. La mayoría de las veces, no logras entender lo que sienten otras personas y, honestamente, tampoco te interesa.
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No conoces el remordimiento
Para ti, lo hecho está hecho y ponerte a reflexionar sobre tus acciones o tratar de enmendarlas es una completa pérdida de tiempo.
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Consigues lo que te propones sin importar el costo
Estás consciente que para lograr tu objetivo tendrás que decir cosas que no sientes o prometer lo que no pretendes cumplir. Sabes envolver a otros con la palabra y no dudas en usar tu poder para salirte con la tuya.
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Nadie te gana mintiendo
Puedes improvisar una mentira en cuestión de segundos. No dudas ni titubeas, eres igual de seguro cuando mientes que cuando dices la verdad, aunque en ocasiones ya no distingues entre ambas partes.
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Eres adicto a las series de terror
Si sueles dejar todo para ver una serie de terror porque disfrutas ver el sufrimiento de los personajes, entonces amarás Hotel de Leyendas Victoria: La Serie. Te enganchas con la trama y a veces, quisieras ser parte de la historia.
Confías en tu encanto
Sabes que tu sonrisa puede sacarte de cualquier apuro. En más de una ocasión has evitado las consecuencias de tus acto sólo porque eres lindo o linda.
Te aburres rápidamente
No sueles terminar lo que empezaste porque pierdes interés o te aburres. Necesitas estímulos diferentes todo el tiempo y en su búsqueda te has puesto a ti o a quienes te rodean en riesgo.
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Tus relaciones tienden a ser superficiales
Ya lo dijimos: te aburres rápido, por eso te cuesta salir con el mismo grupo de amigos, prefieres conocer gente y ver qué puedes sacar de ellos. En las relaciones de pareja, por mucho que te esfuerces, siempre terminas siendo infiel.
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Eres irresponsable
Lo más importante para ti es lo que sientes en el momento, por eso muchas veces faltas a trabajar o no llegas a una cita importante por la sencilla razón de que no te dio la gana.
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Destruiste algo que no era tuyo sólo por “experimentar”
En tu adolescencia, chocaste el coche de tus padres porque querías ver cómo se destrozaba el cofre. Incluso puede que hayas ido más lejos y lastimaras a tu mascota sólo por ver qué pasaba.
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Sientes que nadie te merece
Te asumes más listo que la mayoría de la gente, por eso te molesta que te digan lo que tienes que hacer y no toleras que te critiquen porque tú sabes lo que haces.
¿Con cuántas de estas señales te identificaste? Si sientes que te describimos, es momento de que te detengas a reflexionar sobre tu forma de ser, antes de que circunstancias adversas te lleven a conocer una aterradora versión de ti mismo.
¿Quieres ver todas las atrocidades que puede cometer una persona normal? No te pierdas ningún capítulo de Hotel de Leyendas Victoria: La Serie todos los días en nuestro canal de Facebook y descubre lo que pasa cuando el miedo se apodera se apodera de ti.