¿Alguna vez has olvidado el nombre de alguna persona? Es común extraviar en el recuerdo cosas que parecen simples. ¿Quién no ha caminado tan sólo algunos pasos y de pronto se da cuenta de que ha olvidado qué iba a hacer? Seguro también te ha sucedido que tenías algún objeto en la mano y olvidaste en dónde lo dejaste. Muchas cosas como éstas nos pasan a diario, pero ¿qué harías si tuvieras la habilidad de recordar de forma relativamente sencilla las cosas y traerlas a tu mente en el momento preciso? ¿Sería un don o una maldición?
La memoria nos permite recordar desde cosas muy básicas, como un dígito o una contraseña, hasta cuestiones complejas, como los diálogos de una película e incluso un libro completo. Hay personas que desarrollan de forma nata esta habilidad y pueden recordar muchos aspectos a la perfección. Con el paso del tiempo hemos permitido que nuestra memoria quede rezagada porque ahora nos basta con tener a la mano un celular que nos ayude a no olvidar lo que necesitamos cuando lo requerimos.
“Una memoria ejercitada es guía más valiosa que el genio y la sensibilidad”
—Friedrich von Schiller—
Es esencial aprender a desarrollar de la mejor forma posible la memoria para mejorar aspectos de la vida cotidiana, tomando en cuenta que ciertas circunstancias, como la edad, pueden ir degenerándola. Por otra parte tenemos la capacidad de recordar, consciente o inconscientemente, las cosas que hemos vivido (a pesar del tiempo en el que hayan ocurrido), como texturas, aromas, colores, etc. El poder del cerebro es inimaginable y es capaz de lograr cosas extraordinarias. En ese sentido, hay formas de mejorar sus cualidades y habilidades. Por eso a continuación reseñamos actividades que puedes convertir en hábito y notarás cómo tu memoria cada vez se vuelve mejor.
Dormir
En ocasiones preferimos sacrificar algunas horas del descanso para “avanzar” en otras actividades; a veces pensamos que son algunos minutos u horas que no afectan nuestro desempeño. Pero éste es uno de los errores más comunes porque el hecho de dormir ocho horas te ayuda a organizar mejor las cosas y te permite concentrar de manera adecuada la información más importante que adquieres, por lo tanto tu memoria estará más óptima.
Escribir
Redactar nos ayuda a desarrollar de mejor forma los recuerdos. Escribir cosas que consideramos importantes nos permite congelar mejor los momentos y mantener su esencia original. Con ello podremos recapitular con mayor exactitud y evitaremos distorsionar la realidad como la recordamos. Para algunas personas el hecho de escribirlo hace que casi de forma automática pueda conservar un recuerdo por más tiempo.
Hablar en voz alta
Quizás suena raro y a muchos les de pena practicarlo; sin embargo, no sólo nos ayudará a comprender mejor, sino también a tener una forma más fácil de construir nuestras ideas. Es una manera de dar órdenes al cerebro para que no olvide qué cosas debemos realizar o son tan importantes que no debemos olvidarlas. Es mejor comprender que memorizar.
Platicar
El ser humano es social por naturaleza y busca entablar relaciones de manera cotidiana. Cuando genera una conversación la probabilidad de que pueda recordar el tema aumenta exponencialmente. Si intentas explicar y desarrollar tus ideas, mejoras el aprendizaje y no sólo refuerzas la información obtenida, pues también generas que permanezca durante más tiempo en tu mente.
Relajación
Por lo general vivimos día a día con muchas cosas en la cabeza y todo el tiempo tenemos algo en mente. Sin embargo, es necesario que tomemos un respiro y dediquemos al menos 15 minutos de nuestro tiempo para que en verdad logremos estar relajados. Esto no sólo irá mejorando la memoria, sino que también nos ayudará a librarnos de distracciones y tensiones que perturben nuestro pensamiento y nuestros procesos racionales.
Alimentos
La comida que ingerimos influye de manera directa sobre la memoria debido a la aportación que hace a nuestro organismo, en función de la manera en la que absorbe los nutrientes necesarios. Los ácidos grasos como el omega 3 y 6, presentes en el pescado, los frutos secos y el aguacate, por ejempo, protegen, además de nutrirlo, el cerebro. También puedes agregar algunos snacks como el chocolate, que ayuda a la oxigenación del cerebro, o cacahuates, que a por medio del complejo B no sólo mantienen sano tu sistema nervioso central, sino que previenen la pérdida de la memoria.
Ejercicio
No sólo te ayuda a mantener un buen aspecto físico, mejora tu salud, sino permite que tengas una circulación adecuada en la sangre para aumentar la fuerza cerebral. Beneficia a tu sistema respiratorio, incrementa la creatividad y evita el estrés. No necesitas someterte a rutinas de gimnasio, basta con que dediques un poco de tu tiempo a correr.
Escuchar música
Además de ser un acto placentero de distracción, ayuda a relajarte durante. También estimula la memoria debido a que empezamos a memorizar la letra de las canciones recordando cada vez más y mejor la canción. Sirve como método de aprendizaje para recordar datos de manera sencilla.
Leer
Es otra forma sumamente efectiva de nutrir el cerebro porque adquieres información y te ayuda desarrollar la creatividad. En medida que mejora tu lectura, aumenta el nivel de atención, procesamiento de información y mejoras tu lenguaje. No necesitas enfocarte en enciclopedias y libros que contengan muchas teorías. Puedes empezar por leer revistas, cuentos o cualquier texto que te atraiga para empezar a desarrollar esta actividad.
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Puedes basar tu dieta en ciertos alimentos para mejorar tu memoria y llevar a cabo hábitos que debes abandonar por el bien de tu hábitos que debes abandonar por el bien de tu cerebro.