Cuando nuestra rutina comienza de forma favorable o culmina tal y como la teníamos en mente, pensamos que el motivo de todo lo bueno que nos sucedió fue levantarnos con el pie indicado; de lo contrario, cuando algo nos sale mal desde las primeras horas, atribuimos dichos desaciertos no sólo a la mala suerte, sino al habernos bajado de la cama con el pie izquierdo. Lo que no tenemos presente es que los resultados obtenidos sólo son el fruto del esfuerzo que ponemos para conseguir cualquier cosa.
El éxito no siempre llega solo. Algunas cualidades nos permiten alcanzar más fácil la meta que visualizamos; no obstante, el esfuerzo siempre será nuestro mejor aliado. De acuerdo con la revista Forbes, si quieres alcanzar más rápido lo que te propones, es necesario ignorar lo defectos para impulsar las virtudes, identificar todos los objetivos, conocer de qué manera podemos utilizar cada habilidad que poseemos, concentrarse en las aptitudes y trabajar en los obstáculos. En este sentido, para tener un día exitoso, es necesario poner en práctica todas estas cuestiones desde el inicio. Aquí podrás conocer cómo puedes hacerlo.
Levantarte temprano
La parte más difícil es apagar el despertador y salir de la cama. Es una de las acciones más importantes para comenzar el día con una buena actitud. No aplaces la alarma, lo ideal es levantarte una hora antes de lo que necesitas, así podrás cumplir con más tareas de las que comúnmente realizas, tendrás tiempo extra para poder meditar, salir a correr o tomar una ducha sin prisas.
Desayunar
Algunas personas deciden saltarse esta comida, cuando en realidad es la más importante del día, pues aporta la mayor parte de la energía que utilizarás en tu jornada. No desayunes cualquier cosa que veas, prepara una comida rica en nutrientes, que sea saludable.
Fijar objetivos
Desde que te levantes realiza una lista, escrita o de forma digital. Desglosa tus tareas y dispón un tiempo estimado para realizar cada una de ellas. No importa que no las consideres tan importantes, no olvides incluir cada una de ellas en una lista para que a medida que las realices puedas tacharlas. Esto te servirá como un pequeño estímulo que te recordará las cosas que ya has conseguido.
Sé positivo
Resulta difícil ser optimista; sin embargo, es necesario que pensemos en que todas las cosas tiene un lado bueno, cuando aprendemos a aprovechar todo lo que nos sucede, nos mantenemos abiertos y dispuestos a más oportunidades. Si desde el inicio del día piensas de manera positiva, estarás predispuesto a que cosas mejores te sucedan.
Lee
Leer favorece la estimulación del cerebro. Esta actividad permite que mejores la salud y la fortalezcas, asimismo te ayuda a disminuir el estrés. La práctica constante te permite desarrollar un pensamiento analítico y con la capacidad de ordenar fácilmente la información que recibes. Notarás cómo la concentración y la atención también mejorarán poco a poco.
Hidrátate
Al despertar el cuerpo necesita hidratarse, después de haber pasado horas sin haber ingerido algún líquido. Beber al menos un vaso con agua tibia por las mañanas ayuda a poner en marcha el organismo y a liberar las toxinas que el cuerpo no necesita. El cerebro se mantiene preparado para cualquier acción cuando se le proporciona el agua suficiente.
Escucha música
Parece sencillo, pero resulta muy útil, debido a que se estimulan distintas partes del cerebro. Cuando escuchamos música que nos gusta, el hipotálamo libera dopamina ocasionando que se experimente cierto placer. También se fortalece la memoria e incitamos a nuestro aprendizaje. Con tan sólo oír 15 minutos de música por las mañanas se puede obtener un mayor rendimiento e incrementar la energía con la que empezamos la jornada. Inténtalo con estas canciones que, según la ciencia, te darán más ánimo y energía.
Realiza las tareas más difíciles
No dejes lo más complicado para el final del día porque para entonces no tendrás la misma energía. De esta manera, notarás que las tareas restantes y pendientes resultarán menos tediosas y no te costará trabajo terminarlas.
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Postergar algunos hábitos, podrían ser la razón por la cual no te sientes sano ni feliz, aunque también podrían ser la causa por la que algunas personas se alejaron de ti.