Lindsay Lohan, nuestra Mean Girl favorita dejó las fiestas atrás para convertirse en una mujer empresaria y se le ve estable y más tranquila.
Hace un tiempo anuncio a través de su perfil de Instagram, su boda con Bader Shammas, su novio libanés y una gran promesa de las finanzas, a quien Lindsay considera “su vida, su familia y su futuro”.
La protagonista de “Juego de gemelas”, ha traído nuevos proyectos tales como la creación de piezas de moda de alta costura y ha dejado ver más de ella que una simple blogger de belleza, lanzando su propia línea de cosméticos y velas.
La actriz que siguió en el mundo actoral con su aparición en la serie “Sick Note”, su colaboración con el cantautor Chor Overstreet en la comedia “Christmas in Wonderland”, entre muchos proyectos más con Netflix, Prime y la pantalla grande, decidió dejar su residencia en Londres y mudarse a Dubái en 2018.
De acuerdo con sus propias declaraciones, necesitaba alejarse de Hollywood y se estableció en Los Emiratos Árabes Unidos, en donde sigue produciendo su podcast The Lohdown, en el cual entrevista personalidades de varios ámbitos y habla especialmente de temas de estilo de vida.
Al parecer la vida en los rascacielos y su bajo perfil dentro de la isla artificial más cara del mundo, le ha dado momentos de amor, calma y tiempo de reencontrase con su poderoso lado emprendedor.
Matrimonio con un millonario
Lohan tuvo una boda secreta con Shammas el pasado 2 de julio y lo compartió con sus fans a través de las redes sociales, en las que expresó lo contenta que se encuentra junto al empresario millonario, quien es vicepresidente adjunto en la firma bancaria Credit Suisse, a quien conoció en Dubái.
“Soy la mujer más afortunada del mundo. Me encontraste y supiste que quería encontrar la felicidad y la gracia, todo al mismo tiempo. Me sorprende que seas mi marido. Mi vida y mi todo. Toda mujer debería sentirse así todos los días”, escribió la actriz.