No te estaba buscando pero llegaste en el momento que más lo necesitaba, me salvaste y me enseñaste que con amor verdadero cualquier caos puede convertirse en un paraíso. Después de la tormenta llega el arcoíris.
Pasé por tiempos difíciles que incluso pusieron mi vida en riesgo diversas veces, yo no creía en el amor ni en todas esas películas de Hollywood que solo se encargan de crearnos en la cabeza historias maravillosas en escenarios imposibles.
Estuve con muchos hombres antes de conocerte pero nunca ninguno me hizo sentir completa ni siquiera protegida o amada… todas esas aventuras nunca fueron amor, solo simple intimidad, cosa de un rato. Contigo todo tuvo un sentido con sentimientos encontrados desde la primera vez, siempre lo hiciste sentir especial, jamás juzgaste mi pasado.
Me hiciste creer en todo eso que yo creí no existía y lo más importante es que me sacaste de la oscuridad, me salvaste sin que yo lo pidiera, te enamoraste de mis demonios y de mis inseguridades que moldeaste con amor para convertirlas en virtudes.
“Soy la mujer más afortunada del mundo. Me encontraste y supiste que quería encontrar la felicidad y la gracia, todo al mismo tiempo. Me sorprende que seas mi marido. Mi vida y mi todo. ❤️ Toda mujer debería sentirse así todos los días” (fueron las palabras que Lindsay Lohan escribió para anunciar su matrimonio con Bader Shammas).
Yo no creí que el amor verdadero podía salvarme
En el pasado pase por experiencias que no quisiera recordar, llegué incluso a pesar en desaparecer y entonces llegaste tú con las mejores intenciones, no te importó todo aquello que me perseguía por años.
Contigo entendí lo que era el amor y que éste puede salvarte, puede darte felicidad, estabilidad y protección sin si quiera rogarlo. Me hiciste la mujer más feliz, ahora me siento viva pero sobre todo amada de una forma que es imposible describir.
Quisiste compartir tu vida con la mía, recogiste mi corazón hecho pedazos para darle un nuevo sentido a mi destino. Jamás me arrepentiré de esto ni te haberte elegido.