Texto escrito por Tania Santamaría
Te dicen que te hagas chiquita, que no te rías así, que no hables de eso que no es para niñas, que necesitas un hombre que te respete, pero para eso tú debes ganarte el respeto del otro siendo una buena mujer. Te dicen que no alces la voz, que una niña sin maquillar se ve mal, que te saques provecho, que no seas tonta, pero que tampoco se te ocurra ser inteligente u opinar. Tienes que quedarte tras bastidores, porque tu opinión sólo es válida cuando es requerida. No interrumpas, no digas, no hagas, no te muevas, no respires, sólo existe. No existas para ti, eso es muy egoísta, existe para el otro, sé madre, concéntrate en dar amor y cuidado, eso es lo que una mujer hace.
Bueno, ¿y quién te dice que te quieras? ¿Quién te enseña que sí vales, que tu opinión sí cuenta, que no necesitas ser madre para ser mujer? ¿Quién te hace saber que está bien ponerte primero, que no siempre vas a tener a alguien a tu lado y eso no es malo? Digan, por favor, ¿quién te quita la idea de que perteneces a la cocina, que no puedes ser poderosa, que no mereces lo mismo que los demás, que no eres bonita, que no vales la pena? No sabes. Y no sabes no porque seas tonta, sino porque siempre te enseñaron que una mujer es linda si es muñeca, que no puede pensar en sexo ni querer ser grande, porque el único lugar donde lo tiene permitido, es en casa. Como mujer te enseñaron que tú brillas por tu sexo y lo que éste da, pero que ni siquiera es tuyo, es del otro para tomarlo y hacer con él lo que se le dé la gana.
Te enseñaron que la feminidad es imperativa. No tienes derecho a salirte de control, no puedes experimentar, tampoco conocer, eso es de cualquieras, de putas. Pobre de ti si enseñas de más, pobre de ti si hablas mal porque pierdes valor. ¿Quién mide eso? Alguien dígalo, por favor. No puedes ser libre porque eso es de locas, pero, ¿sabes qué? No es que estés loca, es que a ellos les asusta. A ellos les da miedo que una mujer tenga poder, les da miedo que pienses por ti y no te puedan detener; una mujer sin tapujos es la pesadilla de cualquiera que no pueda ver que no estás loca. Ellos quieren mujeres calladitas, sumisas, que no se roben el protagonismo y que bajen la mirada; ellos lo que quieren es una esclava. ¿No lo crees? Ya vas a ver.
Intenta vestirte como se te da la gana, intenta hablar tan alto como quieras e interrumpe de vuelta si cortan tu voz. Prueba con no preocuparte por el qué dirán, busca gente que te haga sentir capaz, ten en mente que no necesitas de nadie. Confía en ti, cree en ti. Haz el experimento, inténtalo y ya dirás qué ves. ¿Ves miedo, rechazo, críticas? ¿Escuchas “feminazi” por ahí? Una mujer con poder es el veneno para cualquier macho. Una mujer con convicciones asusta a la frágil masculinidad y la hace temblar. Cuando tú como mujer seas capaz de hacer las cosas por ti, de no rendir cuentas y de no esperar aprobación será el día en que todo cambie. Cuando decidas ser libre, quererte, aceptarte y tenerte, es el momento en que tu mundo se abrirá; conocerás posibilidades infinitas, porque una mujer no sólo va en la cocina, una mujer no tiene que ser femenina y tampoco pulcra. Puedes hacer lo que quieras, puedes pensar, opinar, estudiar, coger, tomar, vestir y ser como tú lo creas conveniente. Es por ti, es para ti, créetelo.
Esto no es una revolución contra los hombres, es una lucha ante el machismo. Es el “hasta aquí” que tanto hacía falta, es el oprimido haciendo frente al opresor, y lamento que escuches esto, pero todos son oprimidos y todos han sido opresores, porque el machismo no es exclusivo de los hombres. Tú, mujer, que crees que todo lo escrito aquí es una mentira y que es de gente loca, piensa, ¿qué tantas posibilidades tienes, qué tanta libertad te has dado y qué tanto te conoces realmente? ¿Qué tanto has dejado de hacer por ser mujer? Tú, hombre, que piensas que estas letras son tonterías, que sí crees que la mujer está hecha para ti, piensa en tu poder, en tus privilegios y qué haces con ellos. ¿Qué tan fácil podrías perderlos?
Mujer, date la oportunidad de salir de donde estás, salte de la cocina y métete a la cama. Sé rebelde, sé quien quieres ser, sé libre. No te asustes porque no es lo que todos hacen, ya después cuando ellos lo intenten, sabrán lo que es, y si no lo intentan, si se quedan del lado en el que están, qué más da, esto es por ti.
Una mujer libre es la expresión viva de belleza; una mujer cambiante, elocuente, apasionada y capaz, es la definición de amor propio. Cada quién lo hará a su forma, cada quién a su tiempo, pero por favor, libérate y encuentra a esa mujer capaz de alzar la mirada y la voz, date la oportunidad de dar tu opinión.
Esto ya no es sólo por ti. Es por las que mueren, por las que todavía no tienen voz, por las que necesitan un empujón, es por esa amiga que sufrió maltrato, por esa vez que te dijeron que no podías hacer algo y la razón fue tu sexo; por aquella otra vez que sólo fuiste un cuerpo, por la vez en la que viste a otra con miedo, por las veces que te has sentido incompleta porque te han dicho que sin un hombre no eres nada. Es por todas las mujeres que forman parte de tu vida, por las que aún están vivas, por las que conocerás y por ti. Esto es por todas.
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Conoce cuáles son los libros que no fueron considerados feministas en su tiempo pero que te enseñarán sobre feminismo. Además, los siguientes poemas para las mujeres que ya no tienen miedo y quieren cambiar el mundo, te darán una nueva perspectiva de todo lo que te rodea.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Angie López.