A lo largo de los años hemos escuchado historias sobre algunos de los artistas más grandes de todos los tiempos. En muchos de esos casos han llegado relatos sobre las dificultades que estos se encuentran al momento de enfrentarse al mundo. Muchas veces, una persona creativa se topa con distintos miedos que, en algunos casos, logran encerrar la mente, o peor aún, destrozarla. Los artistas o creadores suelen tener una percepción muy expandida del mundo. Lo que reciben por cualquiera de sus sentidos puede viajar para desarrollar ideas. Al escuchar una conversación en el transporte, a veces sin querer, el creativo quiere completarla, saber precisamente de qué hablaban los extraños.
El mismo motivo que lleva a las personas creativas a desarrollar algo nuevo o a trabajar en cualquier proyecto que sea de su interés, es lo mismo que lo lleva a crear distintos miedos (que debe intentar sobrellevar durante el proceso creativo). Dicho motivo es el cuestionamiento de su entorno. Mientras que, para la creación, las preguntas vienen para poder expandir su propia mente, del lado negativo comienzan a llegar las dudas sobre si vale la pena desarrollar lo que se está trabajando, si le gustará al público al que desea llegar o si de verdad se posee el talento necesario para poder llegar a hacer algo relevante.
No existe una forma específica para deshacerse de los distintos miedos que pueden abrumar a cada persona, pero podemos dar unos consejos que quizás ayudarán a superarlos.
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¿Y si no se parece a….?
En definitiva uno de los miedos más comunes es el no poder parecerse al modelo que se busca emular. Cuando uno comienza a desarrollar obras, es normal que encuentre en algún artista previo la inspiración para crear algo más. Sin embargo, suele abrumar el querer simular casi a la perfección a ese artista, lo que puede tener como consecuencia una denigración del trabajo propio hasta el punto de desecharlo.
¿Cómo superarlo?
No creas que al igualar a tu artista serás reconocido como él. Piensa en que si lo imitas sólo se tendrá una idea de que eres una copia de él. Independiza tu trabajo de lo que te tiene inspirado. Pide prestado de más artistas y desarrolla una obra absolutamente independiente. Te dará más seguridad y te proporcionará una imagen propia más segura.
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¿Y si no soy lo suficientemente bueno…?
Este miedo es muy consistente en la mayoría de los creativos. Siempre llegará el punto en el que te intimidarán obras ajenas a tu mundo o el mismo trabajo de tus pares. Puede que pienses que no eres lo suficientemente bueno para hacer lo que quieres hacer. Es un sentimiento que puede parecer razonable, ya que hay muchas personas en el mundo, pero no debes dejar que crezca.
¿Cómo superarlo?
Confía en ti mismo. Suena difícil en algunos casos, pero piensa en lo que has hecho para llegar a querer lo que deseas. Todo lo que hay detrás de uno son experiencias, todos tenemos vivencias diferentes y una visión distinta del mundo. No vale la pena preguntarse si en verdad eres bueno, lo que importa es que tienes un ojo independiente del que brotarán obras de distintos tipos y esa visión independiente es la que te separa del resto y la que hará que resaltes entre ellos.
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¿Y si no tengo éxito…?
El éxito es la meta para muchos artistas. Su visión de satisfacción viene aunada a que su obra sea vista por miles o millones de personas, o que su trabajo sea valuado en un precio muy alto. Sin embargo, ese deseo del éxito, entre más grande, puede causar más desgracia al verlo cada vez más lejano.
¿Cómo superarlo?
Muchos factores influyen en el hecho de que un artista tenga éxito. No sólo depende de una persona, no pienses que todo está en ti. Pero, en el caso de que así sea, el éxito como artista no debe ser prioridad. Si eres un creador, aunque suene cliché, no importa el éxito, lo que importa es que salga lo que quieres expresar. Preocúpate más por desarrollar con calidad tu trabajo bajo tus propios estándares, y después, como si fuera un niño, lo dejarás ir y averiguarás si tiene éxito por sí solo. Tu obra será la que obtenga el éxito, lo único que harás será tomar el crédito.
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¿Y si no les gusta…?
Sin duda es el miedo más común. Solemos estar acostumbrados a la aprobación de la gente que nos rodea, pero cuando ésta llega de parte de gente que no conocemos, el sentimiento suele ser más grande. Entonces, si uno se encierra en la idea de que a la gente no le gustará lo que escribas, terminarás sin lanzar alguna de tus creaciones, o peor aún, crearás algo que se ajustará a lo que la gente quiere, sin preocuparte por tus propias ideas y sentimientos sobre lo que creaste.
¿Cómo superarlo?
No te centres nunca en lo que piensan los demás. Tu creación es algo que es esencialmente para ti. La aprobación del resto es un extra para tu obra. No dudes de tu capacidad y aunque creas que necesitas un “sí” de todos, es suficiente con que tu estés satisfecho con tu propio trabajo. Piensa en van Gogh: a nadie le gustaban sus cuadros y hoy es uno de los pintores más recordados de todos los tiempos. Puede sonar como un mal ejemplo, ya que murió sin el reconocimiento actual, pero, repetimos, no eres él, sólo tú decidea lo que pasa con tu trabajo.
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¿Y si me tardo…?
Esta pregunta suele rondar en la mente una y otra vez. El miedo a tener que trabajar arduamente para llegar a lograr algo puede venir disfrazado de simple flojera u ocio. Sin embargo, es muy común tratar de tener una visión a largo plazo y pensar punto por punto lo que se tiene que realizar para poder llegar al punto final. El problema viene cuando uno siente que la carga será tan pesada que jamás logrará llegar a la meta.
¿Cómo superarlo?
Los retos no desaparecerán si piensas ser artista o creativo. Lentamente tienes que aceptar que antes de llegar a la meta tienes que correr un largo camino. Si estudias y trabajas junto a ciertas personas, las cargas serán menos pesadas. De igual manera, si reduces tus metas y vas paso a paso, se facilitará el camino y te sentirás mejor en cada meta superada. Si evitas abrumarte por trabajo y aceptas que es parte del camino, que son peldaños que debes subir como un profesional, el trabajo se convertirá en una especie de placer, que aunque no sea tan dulce como algunas cosas, eventualmente terminará llevándote a tener un éxito digno de tu misma aprobación.
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¿Y si no puedo hacerlo solo…?
Muchas veces la individualidad se convierte en una parte importante de la persona creativa, pero este deseo de querer resaltar como una sola persona puede resultar en una carga innecesaria de preocupaciones. Durante nuestra vida se nos da a entender que el éxito individual es de los mejores. Te enfrentaste solo al mundo y lo lograste, pero muchas de las veces esa idea se apoya en distintos factores. Es decir, no precisamente se llegó al éxito solo, sino con base en el resto de las personas.
¿Cómo solucionarlo?
Hay que dejar de creer en ese mito del genio individual. No tengas miedo de acercarte a otras personas para pedir consejos e incluso sólo para escuchar. Aprender es parte importante del proceso creativo y muchas veces, ese aprendizaje viene por medio de la simple observación. Al mirar a otras personas puede que encuentres a un grupo que piense de forma similar a ti. No necesitas hacer un equipo, precisamente, sino comentar, platicar, y escuchar, para así saber que todos tienen conflictos, y de esa forma, puede existir un apoyo mutuo que resultará en un camino más fácil hacia la creación.
Es normal tener distintos miedos al momento de pensar o crear algo. Sin el miedo no existe algo que superar. Y al sobrellevar esos miedos, crecerá una confianza que se trasladará hacia el desarrollo de la obra que se desea crear. No es malo tener miedo, pero sí lo es el dejarse abrumar por ellos hasta el punto en el que quedes amarrado en tus propios pensamientos, hasta que ya no tengas nada que decir. Regresando al cliché: no hay que rendirse y mucho menos por los pensamientos propios. No hay que asumir, hay que mostrar y descubrir. Y si no fuera así, el mundo no tendría nuevos artistas, sólo los valientes tendrían un espacio en el mundo creativo.
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Si quieres inspirarte para crear, puedes leer las mejores frases de Salvador Dalí para ser creativo o para mejorar tu disciplina, te dejamos estos libros que mejorarán tu proceso creativo y tu escritura, para ayudar a definirte como un mejor creador. También puedes leer sonidos que debes escuchar para tener un ambiente más creativo.