¿Por qué será que nos va bien en algunas áreas del conocimiento y otras se nos dificultan? ¿Qué hay en nuestro cerebro que nos vuelve expertos en matemáticas, pero nos hace incapaces de desarrollar una presentación o una plática? Desde hace tiempo se ha echado luz sobre el hecho de que no existe una sola forma de ser inteligente. El intelecto se compone de inteligencias múltiples, en donde algunas resultan más prominentes que otras en cada persona. Como una especie de orquesta en donde los violines o las percusiones suenan más fuerte en ciertos momentos de la pieza.
La inteligencia está definida como la habilidad de analizar, comprender y resolver problemas. Todos poseemos esta capacidad; sin embargo, no todos la desarrollamos hasta nuestro máximo potencial. Según el experto Robert Sternberg, existe un tipo de inteligencia llamada inteligencia práctica. Este tipo de inteligencia te permite “saber qué decir, a quién, cómo decirlo y cuándo decirlo para lograr el máximo efecto”. Esta inteligencia no está directamente relacionada con el coeficiente intelectual de una persona. Éste último bien nos puede llevar lejos en la vida, pero será sólo hasta cierto punto, digamos hasta la Universidad o el ámbito de lo académico. De ahí en adelante será mejor que aprendamos a usar nuestra creatividad, que es con lo que más está relacionada la inteligencia práctica.
Seguramente nuestros padres hicieron lo mejor que pudieron a la hora de criarnos, pero no todos tuvieron en cuenta estos 3 sencillos consejos que podrían hacer la diferencia entre convertirnos en personas de éxito o no.
1. Desarrolla tu creatividad y tu empatía
Dedica tiempo diariamente a una actividad artística. Ya sea pintar, escribir, bailar, tocar algún instrumento musical, o una actividad que involucre expresarte a través de tus sentidos. Esto te permitirá compartir parte de tu infinito mundo interior y empatizar con quienes te rodean.
2. Practica actividades al aire libre
Muchas veces el mundo va tan deprisa que apenas nos percatamos de lo que sucede fuera del nuestro. Realiza alguna actividad como yoga, trotar al aire libre o nadar. Este tipo de actividades permiten drenar la frustración y lidiar con ella. Con esto será mucho más fácil encontrar el momento indicado para hablar de tus problemas y resolver tus fricciones en el trabajo o la academia. La relajación estimula la creatividad ya que dispone al cerebro para encontrar distintas soluciones a un mismo problema.
3. Aprende a negociar
Tenemos derecho a ser escuchados, pero debemos ser sensibles a lo que acontece a nuestro alrededor para encontrar el momento más pertinente para hacer nuestras peticiones, ya sea para una beca, un ascenso, etcétera. Negociar es parte fundamental al hacer transacciones que nos permitan invertir en nuestro futuro. Una buena negociación nos puede llevar al siguiente escalón para llegar a ese puesto que tanto anhelamos.
No se trata de dar un paso largo hasta la meta, puesto que eso no es posible; sino de ser conscientes de nuestro derecho de individualidad y de existencia. Aprender a compartir y hacernos escuchar son claves para poder abrirnos paso en el camino al éxito.
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Además de la inteligencia práctica, la inteligencia emocional es un punto fundamental para alcanzar el éxito. Si quieres desarrollar tu mente para alcanzar tu potencial, te compartimos estos 10 hábitos infalibles para mejorar tu inteligencia.
