Juzgué sin ponerme en tus zapatos, sin empatizar contigo y sin entender cómo te sentías. Hablé cuando debí callarme y, además, dije las palabras incorrectas porque olvidé que yo también soy mujer y, aunque no supiera lo que en realidad pasabas, nunca debí criticarte y minimizar tus sentimientos, mucho menos burlarme de ti. Tenía una perspectiva errónea de la vida, sobre todo de la relación de mujer con mujer, no me daba cuenta de lo mucho que nos atacamos entre nosotras mismas, situación con la que debemos romper con urgencia.
Te ofrezco perdón porque no simpaticé con tus sentimientos y no tomé en cuenta lo que mis comentarios provocarían en ti; mi intención nunca fue lastimarte pero tampoco estaba segura de que hablar no lo haría. Ahora lo entiendo mejor, por fin me he quitado ese estereotipo de que las mujeres siempre debemos estar en contra, que somos rivales y enemigas, que siempre debemos hablar de la que está junto a nosotras y criticarnos.
No lo haré nunca más porque es imposible que no logremos empatizar con nuestro mismo género, entendernos, apoyarnos, respetarnos y sororizarnos. El feminismo me abrió un nuevo panorama, abrió mi mente, abrió mis ojos y, sobre todo, me abrió el corazón. Todas cometemos errores y me arrepiento de que, en los míos, haya críticas hacia otras mujeres.
Ahora me pongo en tu lugar y hago todo por comprender lo que pasas y lo que vives; tienes mi apoyo incondicional, mi hombro y mi abrazo, tú y todas las mujeres que lo necesiten y las que no también lo tienen. Perdóname por criticar la situación en la que te encontrabas, no estaba consciente de la realidad, mucho menos de las consecuencias.
Empecemos de cero, confía de nuevo en mí, créeme y apóyate en mis hombros; vamos a buscar una solución juntas, hablemos con otras chicas y empaticemos, rompamos con la tonta idea de que las mujeres debemos odiarnos entre sí, seamos un equipo, un sólo corazón, unamos nuestra fuerza, nuestro amor y nuestro género.
Perdón por reaccionar luego, sin embargo, no lo suficientemente tarde para lastimar a alguien más. Unamos nuestra magia, unamos nuestro feminismo y vamos a demostrarnos el verdaderos significado de la sororidad, de la hermandad, del amor. Perdón por criticarte sin saber lo que en realidad pasabas.