Seguro recuerdas que en la serie FRIENDS, se burlaban de Ross Geller por ser paleontólogo y amar los dinosaurios, cuando él quería compartir algún dato curioso o una historia, los demás sólo lo ignoraban o hacían algún comentario sarcástico sobre el tema. Incluso, cuando Rachel está embarazada y van a comprar cosas para Emma, Ross se lleva unos dinosaurios de peluche y la cajera de la tienda le dice que quedó impresionada por conocer a un paleontólogo y en “buena forma”. Lo que sus amigos no sabían era que, el amor que Ross tenía por los dinosaurios indicaba algo más que “ñoñerías”, que él tenía una inteligencia desarrollada gracias a estas criaturas.
Si desde que eras niño amas los dinosaurios, así como Ross, podría ser signo de que eres una persona inteligente pues, de acuerdo con la Universidad de Indiana y la Universidad de Wisconsin, este dominio conceptual, es decir, gusto por un tema específico, te trae diferentes beneficios como mayor conocimiento, persistencia, atención y un profundo procesamiento.
Durante la niñez, los dinosaurios pueden estimular la recopilación de datos, pues los niños desarrollan habilidades y el amor por saber más sobre el tema por medio de programas de tv, libros, videos, caricaturas y juguetes, estos les ayudan a aumentar su aprendizaje y a que tengan un mejor dominio del lenguaje.
Cuando los padres alimentan esa diversión y gusto por los dinosaurios, el pequeño aumenta su interés por los juegos sociodramáticos, actividades que les dan la oportunidad de comunicarse con su entorno de mejor formar e incluso les facilita la transición de pasar de una etapa a otra.
Así que no, no eras ni eres una persona rara por ser amante y apasionado de los dinosaurios, simplemente estabas desarrollando una gran inteligencia y no hay nada de qué avergonzarte, ese amor te ayudó a formar la persona que eres ahora.
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