Todos hemos escuchado acerca de la importancia de calentar nuestros músculos antes de hacer cualquier actividad deportiva, pero a veces por la prisa de llegar a la oficina o por el caos de la vida diaria olvidamos que es igual de importante estirar después del trabajo físico.
Después de hacer ejercicio tus músculos se tensan y esto ocasiona el dolor muscular de los días siguientes, la frase “si no duele no sirve” sólo es válida en el momento de trabajar el músculo, pero cuando está en reposo no debe de sentirse mucho dolor. El estiramiento reduce la acumulación de ácido láctico y, combinado con un trabajo de respiración también te ayuda a oxigenar los músculos. Además de brindar alivio a tus articulaciones, ayuda a mantener tus músculos fuertes y flexibles, lo cual ayudará a mejorar tu rendimiento y evitar que te lesiones.
La primera vez que fui con al fisioterapeuta mi diagnóstico fue que la mitad de mis músculos estaban tensos y que iba a tomarme más de 6 meses quitarme todas las contracturas. Trabajamos con punciones y masajes descontracturantes increíblemente dolorosos hasta eliminar el 80% de la tensión. Y me advirtió que si no estiraba por lo menos 5 minutos después de cada entrenamiento tendría que verla el siguiente mes. Ese mes fue diciembre, el mes más caótico del año con cenas, cumpleaños, visitas familiares y búsqueda de regalos, creí que no tenía tiempo de seguir sus consejos y hoy estoy de vuelta en su consultorio dejando mi quincena cada semana. Todo por darle importancia a todo, menos a mi propia salud.
A partir de mi recaída he seguido todos los estiramientos recetados después de hacer ejercicio, de 5 a 10 minutos todos los día y en menos de 2 semanas puedo decir que estoy a un 30% de recuperarme. Estirar después de cada rutina de ejercicio ha sido la mayor parte de este resultado.
Los 3 básicos al momento de estirar
– Pon especial atención a las partes específicas del cuerpo que trabajaste más (espalda, brazos, isquiotibiales, etc.), pero intenta estirar todo el cuerpo en cada entrenamiento. Concéntrate en la parte trabajada por lo menos 30 segundos.
– Sé consciente de tus límites. Claro que puedes sentir incomodidad al momento de estirar, pero cuando se convierte en dolor es momento de detenerte. No por llegar a un split vas a estirar mejor, conoce tu flexibilidad y aprovéchala al máximo.
– Recuerda que la respiración tiene la misma importancia. Siempre inhala profundo antes de hacer el estiramiento y suelta el aire poco a poco, es importante exhalar al momento de contraer para pegar la piel al músculo.
Sube el nivel de vez en cuando
Además de los estiramientos recuerda visitar a tu fisioterapeuta siempre que sientas dolor en donde no lo sentías antes, trata de que no pasen más de 2 semanas desde que comenzó la molestia ya que muchas veces cambiamos posiciones para evitar el dolor y terminamos con más lesiones de las que teníamos.
Si notas algo de tensión y quieres resolverla de una manera no tan dolorosa puedes realizarte un masaje deportivo, este tratamiento a base de estiramientos ayuda a mejorar el rendimiento, recuperar la flexibilidad y a prevenir dolores crónicos. Hay muchos spas que cuentan con este tipo de masaje y si no tienes tiempo de tomarte un día de descanso, hay lugares como Scape que brinda un servicio muy completo y cuenta con una app para llevártelo a la puerta de tu casa. El tiempo no es excusa para preocuparte por tu cuerpo, en especial si llevas una vida con un alto rendimiento físico.
En mi cuenta de Instagram ( @dan.hinojosa ) podrás encontrar una serie de mis estiramientos favoritos para distintas partes del cuerpo, te recomiendo hacer cada uno durante 60 segundos después de tu entrenamiento y te aseguro que no tendrás que ver al fisio hasta el próximo año.
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