Durante el período menstrual —y no me dejarás mentir— estamos cansadas, tristes, enojadas, aburridas y nos duele el cuerpo. Tenemos náuseas, cólicos, inflamación estomacal y en ocasiones hasta diarrea o vómito. Estos malestares físicos nos obligan a quedarnos en cama al menos por unas horas, enredadas en una cobija y sin saber cómo recostarnos para no mancharnos, para aminorar el dolor o para simplemente sentir algunos minutos de paz.
Esa sensación es infernal, tanto que preferimos no movernos ni para ir al baño o tomar una ducha. No obstante, un rato después empieza a emerger de nuestro delicado y enfermo cuerpo un olor poco normal. Si lo analizamos a detalle es una combinación de sangre, sudor, “cama” y hasta gases estomacales. Pareciera ser el momento preciso para abrir la regadera y tomar un baño, por mucho trabajo que cueste.
No obstante, esto no siempre ayuda, puesto que al terminar el baño, ese hedor se mantiene en el organismo perjudicando nuestra estabilidad y humor. Entonces, los olores desagradables comienzan a presentarse de diversas partes de cuerpo como las axilas o las ingles. Si a esto le sumamos otros aspectos, es probable que tu cuerpo sea un mostrador de malos aromas que a nadie le parecen agradables. No se trata de avergonzarte de las reacciones naturales del cuerpo; sino de evitar incomodidades en ti misma. Los siguientes remedios y soluciones son sencillas y fáciles de aplicar.
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Báñate dos veces al día
Una por la mañana y otra más antes de dormir. Por las mañanas te dará ánimos, en especial si tienes cólicos y por las noches te ayudará a dormir mejor. Si a tu baño agregas sales relajantes o algún gel especial, te sentirás mucho mejor.
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Cambia tu ropa interior
A veces, en el afán de no “ensuciar” más ropa, puede que uses la misma pantaleta dos días seguidos. Aunque no exista un contacto de la ropa con la piel, las bacterias se comienzan a anidar en los tejidos por lo caliente que se mantiene la zona.
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No uses jabones íntimos con aroma
Esto sólo provocará que mezcles los olores para darle paso a una combinación bastante incómoda para ti y la gente que convive contigo.
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No dejes de usar desodorante
Por el esfuerzo que realizas con el dolor de vientre, el cansancio que provoca y la pérdida de vitaminas en la sangre, puede que sufras más y sudes de forma extraordinaria, si eso ocurre aplica un poco de antitranspirante para evitar malos olores.
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Cambia las toallas o tampones con frecuencia
Esto con la finalidad de no dejar coágulos y secreciones que puedan producir olores muy fuertes. Si no puedes hacerlo, procura usar de aquellas que son de total absorción para que dure un poco más en tu cuerpo.
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No uses la misma ropa, en especial jeans
La mezclilla es una tela que suele quedarse con los aromas más fácilmente, por ello, debes evitar usarlos mientras estás menstruando para que no haya problema con ello.
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Cuida tu dieta
Evita el pan blanco, la cebolla y el ajo. Retira de tu dieta los refrescos, la sal y los azúcares. Todo esto súplelo por verduras, frutas y mucha agua. Te sentirás menos pesada y mucho más tranquila, incluso para dormir.
Trata de mantenerte bien y a gusto contigo misma, sin importar lo que digan los demás de ti. Recuerda que lo más importante es sentirte en armonía sin importar lo que suceda. Que el mal olor no te detenga ni te haga sentir mal, evítalo siguiendo estos consejos y teniendo en mente todos los remedios posibles, pero recuerda que lo más importante es, sin duda, beber mucha agua y entender que el período incluye incomodidad y malos olores, así que no te avergüences.