Estás trabajando y de la nada tienes un hormigueo que recorre tus piernas, éste provoca que te levantes porque si no no hay otra forma de que desaparezca; piensas que quizá se trate de cansancio o porque llevas muchas horas sentado, sin embargo, te das cuenta de que esta sensación aumenta y se presenta todos los días. Seguro no lo sabías pero estos síntomas son parte de un síndrome más peligroso de lo que crees y que debes atender cuanto antes.
Se trata del Síndrome de Piernas Inquietas (SPI), un padecimiento que afecta a hombres y mujeres, y padece el 8 por ciento de la población mundial, sin embargo, son las mujeres quienes tienen más probabilidades de desarrollarlo. El síndrome puede surgir a cualquier edad, incluso desde la niñez; en algunos casos, las mujeres embarazadas pueden presentarlo y se retira después del parto. Sin embargo, la mayoría de los pacientes afectados, poseen edad media o son adultos mayores y, además, padecen enfermedades crónicas como fallo renal, diabetes o mal de Párkinson.
El Síndrome de Piernas Inquietas se trata de un trastorno neurológico que se caracteriza por una desagradable sensación de incomodidad en las extremidades inferiores que produce impulsos irresistibles de mover las piernas, provocando incluso que –si lo sufres– te levantes, camines o te des un masaje.
Algunos de los que padecen SPI describen que la sensación que se produce es como un hormigueo que viene acompañado de adormecimiento en sus piernas, y que logran aliviar si mantienen movimiento. Estas sensaciones se producen dentro de la extremidad, entre tu rodilla y tobillo, y no son frecuentes en pies, muslos, brazos o manos.
Cuando este síndrome no es tratado médicamente, puede provocarte agotamiento y fatiga durante tu rutina, asimismo, falta de concentración, memoria deteriorada e insomnio. Así, se puede acumular todo y llevarte a la depresión y, por ende, un deterioro significativo de tu calidad de vida.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos, las personas no mantienen un tratamiento médico para controlar el síndrome porque ni siquiera saben que existe uno. Por otro lado, especialistas del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, se han dedicado a estudiar el SPI y han encontrado que una de las causas está relacionada con una mala nutrición y problemas de anemia, misma enfermedad que está relacionada con los niveles de hierro cerebral.
Asimismo, los expertos analizaron el síndrome por medio del sueño y mediante observación de la manera en cómo duermen los pacientes y el conocimiento del historial médico familiar, pudieron identificar factores hereditarios que pueden ser causantes del problema. Y la última de las posibles razones, de acuerdo con los investigadores, es una conducción nerviosa.
Si tu tienes este padecimiento o si crees que lo anterior coincide con lo que sientes en tus piernas, es importante que consultes a tu médico para que te dé un mejor diagnóstico y, así, recibas el tratamiento que te corresponde.
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