Clarividencia, telepatía y sentir cosas que están más allá de la percepción, todo esto y más es realmente accesible para cualquier persona que se anime a dar el salto… o mejor dicho, un trago.
Durante miles de años, tribus indígenas amazónicas de Perú, Venezuela, Colombia, Ecuador y Brasil han sido beneficiadas por el uso constante de un líquido psico-activo preparado por ellos en el corazón de la selva. Hoy, esta bebida está a disposición de cualquier turista que quiera aventurarse en una experiencia que supera lo terrenal.
La ayahuasca o yagé es una bebida elaborada a partir de la mezcla de la enredadera de ayahuasca (banisteriopsis caapi) y un arbusto llamado chacruna (psychotria viridis), que contiene el alucinógeno dimetiltriptamina (DMT). El DMT es un neurotransmisor producido de manera natural en el cerebro y el responsable de que soñemos, por lo que el efecto del yagé sería similar a soñar despierto y totalmente lúcido.
En algunos países europeos el DMT es ilegal, pero en Sudamérica la ayahuasca es aceptada debido a su importancia para los pueblos que la consumen. Tanto es así que en 2008 el gobierno peruano reconoció esta bebida como “uno de los pilares básicos de la identidad de los pueblos amazónicos”.
Los efectos que causa en las personas que van predispuestas a encarar este ritual son diversos. Después de 20 minutos de haber tomado el té, es posible acceder al propio mundo espiritual en un estado de relajación total. Algunos de los efectos secundarios son vómitos y mareos, pero éstas son sólo peripecias en el camino hacia la verdadera revelación, por lo que luego de superar ese momento, inicia la verdadera experiencia mística por demás penetrante que puede aflorar vívidas reflexiones introspectivas o incluso desenterrar recuerdos de la infancia.
La ayahuasca es reconocida por tener el poder de otorgar equilibrio en la vida de las personas que la consumen. Mucha gente dice volver de ese “viaje” con un sentido de significación, identidad personal y conexión con el exterior mucho más profundo. La bebida no sólo es conocida mundialmente por su capacidad para expandir la consciencia, también por curar adicciones y trastornos depresivos, por lo general con resultados favorables.
Más allá de que haya personas que describieron sus efectos similares al LCD y que toda la travesía mística suene un tanto alocada, hay que dejar en claro que el yagé no es una droga y su objetivo no es el de hacer alucinar y pasar un buen rato. El ritual, otorgado sólo por un chamán que ha aprendido las técnicas de preparación, es tomado con mucha seriedad y respeto.
Si quieres vivir la experiencia debes tener mucho cuidado, ya que hay lugareños que se aprovechan de los turistas y venden réplicas de la bebida de ayahuasca que pueden ser peligrosas para la salud de quien caiga en la trampa.
La ayahuasca acepta con orgullo a los curiosos que deseen sumergirse en una experiencia de autoconocimiento y revelación, así como a las personas que se encuentran en encrucijadas existenciales o en la búsqueda de su verdadero rumbo. Es posible que quien intente esto, halle alguna respuesta a lo que busca y, mejor aún, a muchas más preguntas.
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Si has tomado la decisión de emprender este viaje místico, entonces debes conocer cuáles son los 5 hermosos lugares donde puedes probar la ayahuasca.