Dos sismos importantes han sacudido a diversos lugares del país en una fecha que ahora tiene un gran peso simbólico para miles de mexicanos: el 19 de septiembre, ya sea de 1985 o el 2017 se caracterizó por los terremotos que cobraron vidas, derrumbaron edificios y que también unieron al pueblo mostrando su solidaridad.
No obstante, también han sido muestra de la ineptitud de algunos políticos y la corrupción.
Esquina de Reforma y Balderas. Derrumbe del Hotel Regis, 1985.
En 1985, el entonces presidente, Miguel de la Madrid Hurtado, durante las primeras horas posteriores al sismo prohibió que el ejército saliera a las calles a otorgar ayuda en la labor de rescate y toda la ayuda internacional que ofrecieron al país fue rechazada. En el 2017 pasó algo similar, cuando el gobierno de Suiza ofreció la ayuda de ingenieros para la reconstrucción de los edificios derrumbados y México la rechazó tan sólo para terminar aceptándola tiempo después.
Además del rechazo de la oferta de ayuda internacional algunas otras situaciones similares son:
Promesas falsas de reconstrucción
Sucedió con las escuelas públicas de la Ciudad de México y también de otras regiones afectadas del país. Aunque se destinó presupuesto, la mayoría de las escuelas no se han demolido o si lo fueron no las han vuelto a construir, lo que obliga a cientos de estudiantes a no encontrar lugar en las escuelas que quedaron en pie y a que los maestros deban trabajar dobles turnos sin la paga correspondiente.
Los apoyos a los damnificados
En general los gobiernos prometieron diversos apoyos económicos para los damnificados que perdieron sus hogares, no obstante, se entregaron de forma incompleta, el proceso se burocratizó y no todos tuvieron acceso a la ayuda inicial. Por si fuera poco, en el caso de pobladores de Oaxaca que sí recibieron apoyo, el dinero fue retirado de las cuentas, congelado o no se los dieron por completo, por lo que los damnificados no pudieron disponer de la ayuda.
Damnificados a 34 años
Sin embargo, los damnificados del 2017 no son los únicos, a 34 años del sismo de 1985, aún existen familias enteras que viven en campamentos que suponían ser provisionales como el que ahora se ubica en la colonia Lindavista, y que de acuerdo con el reportaje de La Razón, ahora albergan hasta 4 generaciones, sufren problemas de salud por la falta de sanidad y viven con poca o nula privacidad.
Foto La Razón
No todas las estructuras dañadas fueron reconocidas
Animal Político expone que en los 15 días posteriores al terremoto del 2017 se registraron 4 mil 326 réplicas, así que varias viviendas no fueron reconocidas como dañadas a pesar de estarlo, por lo tanto dificultó que las personas pudieran acceder a los apoyos económicos y provocó que se expusieran a seguir viviendo en casas dañadas.
Foto: El Heraldo
La falta de regulación de las viviendas
A partir del 85 la normativa para la construcción de viviendas y edificios incluyó normas más estrictas que tenían en cuenta la posibilidad de un sismo y por lo tanto la resistencia de los edificios contra los movimientos telúricos. Sin embargo, el temblor del 2017 fue un balde de agua frío para todos, pues hizo evidente que la normativa no se respetaba… y nosotros como habitantes tampoco exigimos dictámenes de los lugares que rentábamos antes del sismo. La falta de regulación o la corrupción en los permisos dejó como resultado escuelas y casas destruidas.
Foto: La Razon
Robo de despensas y donativos
Probablemente recordarás todo el escándalo del 2017, cuando desde redes sociales comenzaron a denunciar el robo de las despensas y los donativos que iban hacia las comunidades más necesitadas tanto en Morelos como Oaxaca. Los camiones eran asaltados en las carreteras o desviados para ser embodegados, aunque el gobernador de Morelos o la alcaldesa de Juchitán, por ejemplo, en su momento desmintieron que eso estuviera pasando. En respuesta, la población respondió marcando todos los víveres y productos donados con una leyenda, para que no pudieran ser vendidos posteriormente.
Foto: El Universal
Las fake news
Este es un mal que aqueja a la era moderna y en el 2017 no fue distinto. Aunque las redes sociales fueron el medio perfecto para que la sociedad se movilizara y ayudara, también fue un lugar propicio para difundir notas falsas sobre las víctimas, los sitios de derrumbe, así como información desactualizada. Este problema a su vez llevó a una brillante solución: Verificado19S, que sirvió como medio especializado para difundir información real y actualizada.
Podrá parecer muy soñador pensar que lo bueno puede superar todo lo malo que sucedió a raíz de los terremotos, pero lo cierto es que tenemos un historial muy largo que prueba que una vez que la tragedia ha pasado, la sociedad y el gobierno tienden a desentenderse de las víctimas. Y hasta cierto punto olvidamos todo lo malo que conlleva la corrupción. En ese sentido se vuelve importante rememorar y no dejar en el olvido a las miles de personas que actualmente siguen en situación de calle, y no olvidar la solidaridad que hace un año nos caracterizó.
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La Voz del Silencio es un documental producido por Cultura Colectiva de 77 minutos que narra las dos realidades contrastantes que resultaron después de los sismos ocurridos en México, el pasado mes de septiembre de 2017. Por una parte, la realidad esperanzadora que vimos en los medios y redes sociales, en la que todos trabajamos unidos para ayudarnos, y a su vez, la realidad desgarradora y actual en la que todavía viven millones de damnificados que se quedaron sin hogar.