Recuperar lo que alguna vez fue nuestro es una de las grandes tentaciones en el ser humano, especialmente si se trata de algo que fue importante o de grandes magnitudes.
Una de las peores tragedias que este país ha cargado a cuestas es el haber perdido la mitad de su territorio a manos de Estados Unidos. Los actuales estados de Arizona, Nuevo México y Texas formaron parte de territorio mexicano, sin embargo, el expresidente Antonio López de Santa Anna, después de fracasar en una guerra con la Unión Americana, se vio obligado a firmar el tratado de Guadalupe-Hidalgo en 1848, cediendo a los vecinos del norte los lugares mencionados. Es por ello, este personaje no goza de la simpatía ni de historiadores ni de los mexicanos.
Muchos años después, el gobierno mexicano recibió una propuesta cuyo resultado sería, si todo salía bien, recuperar estos territorios. ¿Qué le pedían a cambio y quién estaba detrás de este plan? La situación era delicada y bastante arriesgada. Vayamos por partes y conoce la historia del día en que México pudo haberse convertido en uno de los peores enemigos de los Estados Unidos.
El 16 de enero de 1917, un telegrama fue recibido en las oficinas de los Servicios Secretos Británicos. Corría el tercer año de la Primera Guerra Mundial. Dos guardias especializados en el desciframiento de telegramas se dieron a la tarea de comenzar su análisis. Lo que descubrieron los dejó sorprendidos…
Este mensaje había sido enviado por Arthur Zimmermann, ministro de Asuntos Exteriores del Imperio Alemán, al conde Heinrich von Eckardt, embajador germano en México. Una segunda copia fue destinada al embajador teutón en Washington, el Conde von Bernstorff.
En ellos, el ministro le daba claras instrucciones a su embajador en México de extender una invitación a este país para declararle la guerra a los Estados Unidos. La promesa: Alemania ayudaría a México con recursos económicos y militares para derrotar a los norteamericanos y obtendría de nueva cuenta los territorios arrebatados por éstos. Si el gobierno mexicano aceptaba, tendría que extender la invitación a Japón con la promesa de cederle el territorio de California como premio, en caso de una victoria.
La intención de Alemania era evitar la entrada de los Estados Unidos a la guerra que se desarrollaba en Europa, pues sus enormes recursos económicos y militares afectarían gravemente al ejército alemán.
Cuando el presidente de México en aquel entonces, Venustiano Carranza, recibió la propuesta, formó un consejo para confirmar la veracidad del telegrama. En ese momento, en México importantes hechos merecían su atención (se gestaba una nueva Constitución Política, además de que las relaciones con Estados Unidos no eran las mejores) y al final decide rechazar la propuesta por completo. A esto cabe añadir que México no contaba con los recursos para enfrentar a Estados Unidos en una guerra donde llevaba las de perder.
Inglaterra dio aviso de los planes de Zimmerman a Washington (hasta entonces neutral en todo lo que pasaba en Europa) y el 2 de abril de 1917 Estados Unidos le declaró la guerra a Alemania.
El telegrama Zimmerman fue descifrado al día siguiente de haberse enviado. El primer mensaje pasó por Suecia, territorio neutral en la guerra, y el segundo se hizo por medio de una línea telegráfica estadounidense que el presidente Woodrow Wilson había puesto a disposición de Alemania en Berlín para el envío de mensajes diplomáticos. La intercepción del mensaje fue posible gracias a que los ingleses espiaban a Estados Unidos y Alemania. La estrategia usada para que nadie descubriera su red de espionaje fue decir que el mensaje había sido interceptado en México.
¿Qué hubiera ocurrido si México se hubiera dejado seducir por esta propuesta? ¿Cómo sería nuestro presente? Sin duda éste es uno de los hechos cruciales que pudieron cambiar la historia del país.
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Referencias:
BBC
Crónica
Sin Embargo