Estas son palabras de Stephen King, el maestro de las novelas de terror. «Sí. Elegí creer en Dios porque eso hace las cosas mejores. Tienes un punto de meditación, una fuente de fortaleza. No me pregunto a mi mismo: “Bien, ¿existe Dios o no existe?”, sino que elijo que Dios exista, por lo que puedo decir: “Dios, no puedo hacer esto solo. Ayúdame a no tomarme una copa hoy. Ayúdame a no meterme algo durante el día de hoy”, y eso va me va bien».
Suena un tanto extraño pensar que en la mente de quien tiene la capacidad de elaborar los escenarios más siniestros y horribles de la vida cotidiana, quepa ese sentimiento de conexión con lo divino. Sin embargo, la genialidad casi siempre viene acompañada de espíritus en apariencia contradictorios y en algunos casos, muy cercanos a las adicciones y su posterior redención.
Esta simple respuesta revela el grado de involucramiento que la vida cotidiana del escritor tiene en su obra. No es de sorprender; es imposible que el creativo se separe de lo escrito. Como una muestra de ello, a continuación se enumeran los 9 hechos reales que inspiraron las 5 obras más importantes de King:
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The Shining
1. The Shining está inspirado en un hotel real. Se trata de The Stanley Hotel, situado en Estes Park, Colorado. Según la propia narración de King, la idea la vino durante unas vacaciones junto a su esposa en la habitación 217 de dicho hotel. Luego de un sueño extraño y tenebroso la inspiración llegó:
«Me levanté, encendí un cigarrillo, me senté en una silla mirando por la ventana a las Rocallosas, y cuando terminé el cigarro, tenía el esqueleto del libro firmemente en mi mente».
Debido al impacto que este lugar ha tenido sobre los fans de la historia, la agencia EFE dio a conocer que el hotel, que ha sido sede de varios festivales de cine de horror durante varios años, se convertiría en un museo del terror.
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Carrie
2. Durante un verano trabajó como conserje en Brunswick High School. Algunas ocasiones le tocaba hacer el baño de las chicas. De ahí conoció el óxido de las paredes de sus duchas y las diferencias que existían respecto a los vestidores de los jóvenes. Esa fue inspiración para el escenario de Carrie.
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3. Una compañera con la que estudió de niño, le sirvió de modelo para el personaje:
«Tina fue a la escuela primaria Durham conmigo». La joven era objeto de burlas constantemente «no porque fuera estúpida —no lo era— y no porque su familia fuera peculiar —lo era— sino porque llevaba la misma ropa a la escuela todos los días».
4. Además, los fenómenos de telequinesis también fueron de su interés desde que los conoció en la revista LIFE. Su inquietud al respecto se avivó cuando conoció a Sandra Irving, una vecina que lo contrató para mover algunos muebles. Según lo narra, aquella tarde le sorprendió el hecho de ver un enorme crucifijo caer sobre su cabeza durante el trabajo.
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It
5. El sistema local de alcantarillado de Bangor, Maine, fue inspirado en el de la ciudad en la que vivía.
«Alguien me dijo que aparentemente se puede poner una canoa en las alcantarillas, justo por delante de aquí en el Westgate Mall y se puede salir por el cementerio de Mount Hope en el otro extremo de la ciudad […] Muchos de los planos ya se han perdido y es fácil extraviarse ahí. Decidí que quería poner todo eso en un libro y finalmente lo hice, Bangor se convirtió en Derry».
6. Otro hecho conocido es que tras la figura de Pennywise se encuentra la vida de John Wayne Gacy, el asesino serial confeso de 33 personas, que actuaba en funciones de beneficencia vestido de payaso.
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Misery
7. Genene Jones era una enfermera a la que se responsabiliza por la muerte de 60 niños en las décadas de los 70 y 80. Con inyecciones de medicamentos, causaba envenenamientos en los menores para posteriormente intentar “salvarlos”, de esa manera no levantaría mayores sospechas. Esta fue la inspiración para Annie Wilkes.
8. Según se rumora, la trama también está inspirada en El hombre que amó Dickens, de la autoría de Evelyn Waugh. En ella se narra el cautiverio de un hombre que es obligado por otro a leer a Charles Dickens en voz alta.
9. Otro aspecto confesado por el autor —quizá el más profundo— es sobre su adicción a la cocaína y la relación obsesiva que mantiene la protagonista con el escritor:
«Annie era mi problema con las drogas y ella era mi fan número uno. Dios, ella nunca quiso irse».
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La vida es el material del que se sirve una mente creativa. La realidad supera la ficción tantas veces y de tan variadas formas que no es necesario elaborar millones de historias increíbles para armar una trama cautivadora como las de King.
Estos hechos hacen ver la posibilidad de encontrar en las anécdotas más cotidianas un factor sorpresa que es capaz de convertir trozos de realidad en una historia potente y abrumadora en todos los sentidos. Sólo es preciso estar atento y atender a las experiencias diarias que se presentan a lo largo de la vida.
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