Una miniserie de Netflix vuelve a poner el dedo sobre un crimen histórico que pocos recuerdan: las explosiones de 1985 en Salt Lake City relacionadas con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD) y su presunto responsable, Mark Hofmann.
Mark Hofmann un falsificador entre los mormones
Esta serie cuenta la historia poco conocida del falsificador y asesino convicto Mark Hofmann, un ex miembro de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días que no sólo comenzó a crear, difundir y vender una serie de documentos falsos, sino que terminó aterrorizando a la comunidad mormona con múltiples bombas.
A pesar de haber sido una gran noticia en su momento este caso no saltó a la fama mundial. Los atentados con bombas y los asesinatos que llevaron a Hofmann a su encarcelamiento ocurrieron en 1985, antes de que los casos de crímenes fueran televisados en múltiples especiales de televisión y documentales. Además de que a pesar de ser muy aparatosos, los atentados de Hofmann no resultaron en un asombroso número de muertos que justificara una cobertura noticiosa en ese momento.
Foto: Marie Claire
Mark Hofmann
Mark Hofmann nació en la comunidad mormona, pero en su adolescencia se desapegó de esta creencia hasta retomarlo en la vida adulta. Según Hofmann, dejó de creer en la religión cuando tenía 14 años. Esa falta de fe fue lo que lo llevó a comenzar a estafar a su misma comunidad.
A lo largo de su vida, Hofmann se sintió atraído tanto por el coleccionismo como por el fraude. Comenzó a recolectar monedas y a modificarlas para que parecieran más raras cuando era un niño. Cuando tenía 14 años, había creado una técnica de falsificación casi indetectable. En 1980, era un estafador profesional.
Foto: The Salt Lake TribuneSe dice que él y su esposa Doralee Olds Hofmann encontraron una Biblia King James del siglo XVII con una hoja de papel doblada dentro. Luego el hombre afirmó que ese pedazo de papel era una transcripción de los caracteres que John Smith, fundador mormón, encontró en las planchas de oro (documentos nunca antes vistos que sirven como base para la religión mormona). La Iglesia SUD compró este documento por 20 mil dólares.
Los fraudes
Hofmann continuó estafando a la Iglesia SUD a lo largo de los años. De su experiencia en la religión mormona aprendió que los líderes religiosos valoraban artefactos y documentos antiguos. Luego usó ese conocimiento para su ventaja financiera. Un ejemplo es cuando Hofmann falsificó la “Bendición de John Smith III”, un documento que afirmaba que el fundador mormón había designado a su hijo para dirigir en lugar de a Brigham Young, y la famosa “Carta Salamandra”. Esta última fue la más conocida y la más controvertida de las falsificaciones de Hofmann. El documento reescribió el hallazgo de John Smith de las planchas de oro y reemplazó al ángel de la historia con una salamandra. Hofmann también vendió firmas falsificadas de personajes históricos no mormones como George Washington, John Adams y Mark Twain. Aunque cada uno de estos documentos se vendió por miles, todos eran esencialmente inútiles.
Ante la fortuna económica que le trajo la venta de este tipo de fraudes, Hofmann comenzó a viajar a Nueva York y derrochar dinero en lujos y excesos, además de comenzar una afinidad por las armas automáticas, mientras que su esposa Dorie se ocupaba de sus hijos. Después de años de engaños, Hofmann se sintió acorralado ante las deudas y preguntas sobre varios documentos que había vendido o que estaba tratando de vender.
Foto: InfobaeHofmann vendía sus documentos falsificados a la iglesia o a los coleccionistas y, finalmente, comenzó a solicitar dinero en efectivo a los inversores para financiar sus compras de artefactos raros. Esto lo llevó a incurrir en deudas importantes, ya que algunas de las ventas de sus falsificaciones no se concretaron. Hofmann prometía a los inversores un buen rendimiento, a veces hasta el 100 %. Cuando un inversionista desembolsaba su efectivo, Hofmann usaba su dinero para reembolsar a los inversionistas a quienes ya les debía dinero.
A lo largo de los años, Hofmann siguió cavando en un agujero cada vez más profundo de deudas y cheques sin fondos, todo mientras llevaba un estilo de vida lujoso, ya que tenía la vista puesta en un gran día de pago. Como señala la serie documental, esperaba que la Biblioteca del Congreso le pagara más de 1 millón de dólares por su documento fraudulento “El juramento de un hombre libre”, supuestamente el primero impreso en las colonias estadounidenses de Gran Bretaña, de la década de 1630. Pero el trato nunca se concretó.
Los documentos falsificados de Hofmann originalmente se consideraban auténticos y cientos se exhibían en bibliotecas e iglesias. Algunos pasaron desapercibidos durante años. La SUD ha encontrado al menos 446 falsificaciones atribuidas a Hofmann en su colección.
Foto: Wheat Tares
El atentado
Pero no fueron las falsificaciones de Hofmann las que lo llevaron a la cárcel. A pesar de su constante estafa, Hofmann estaba profundamente endeudado. En un esfuerzo por salir de esa deuda, les dijo a los miembros de la Iglesia SUD que había encontrado la “colección McLellin”, documentos supuestamente escritos por el apóstol mormón William E. McLellin, quien más tarde se separó de la iglesia. Cuando Hofmann presentó este descubrimiento, no tenía idea de dónde estaba la colección y no tenía tiempo suficiente para falsificar varios documentos. Desesperado, se dedicó a fabricar bombas.
El plan de Hofmann era detonar varias bombas dentro de la comunidad mormona con la esperanza de que los líderes de la iglesia estuvieran tan distraídos por el caos que se le diera más tiempo. En octubre de 1985 explotó la primera bomba, matando al coleccionista de documentos Steven Christensen e hiriendo a su secretaria. Al día siguiente, una segunda bomba mató a Kathy Sheets, la esposa de J. Gary Sheets, socio de Christensen.
Foto: Standard examiner
Inicialmente, el plan de Hofmann funcionó. Los líderes mormones se encontraban en un estado de caos y la policía sospechaba que las bombas estaban conectadas con el difunto esposo de Kathy Sheets. Sin embargo, después de que una tercera bomba explotara dentro del automóvil de Hofmann, este resultó gravemente herido y las autoridades lo detuvieron.
Qué paso con Mark Hofmann
Finalmente Hofmann fue acusado de cuatro acusaciones y 27 cargos. Entre ellos se encuentran el asesinato en primer grado, la construcción o posesión de una bomba y el fraude de comunicaciones. La parte más inquietante del juicio de Hofmann no fueron los delitos de los que fue acusado, sino su comportamiento. Hofmann mostró total indiferencia ante la muerte de dos personas inocentes. El hombre aceptó un acuerdo con la fiscalía y acordó confesar sus falsificaciones en un tribunal público a cambio de que se retiraran los demás cargos en su contra. Fue condenado a cadena perpetua.
Dos años después, intentó suicidarse mientras estaba tras las rejas. Sobrevivió, pero terminó con daños en su brazo derecho. Su intento de acabar con su vida se produjo poco después de que su esposa y madre de sus cuatro hijos solicitara el divorcio. Mark Hofmann sigue en prisión hasta el día de hoy.
Foto: Bustle
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