El “novelista proletario” – John Steinbeck- nombrado así por su interés en los problemas de la clase obrera y sus ideas socialistas que dejó ver en obras como Las uvas de la ira, De ratones y hombres y Al este del Edén, sufrió en carne propia la pobreza y las consecuencias de una vida como jornalero. Este contexto devenido de la Gran Depresión hizo de Steinbeck un humanista, aunque en su tiempo fuera acusado de agitador, por mostrarse empático con los desvalidos y más tarde entregarles un lugar dentro de su prosa.
Esta exaltación del valor humano lo haría un hombre amoroso, aunque de amor romántico no fuera su obra; por ello, este sentimentalista y redentor de los desafortunados no podía ser otro que un padre con plena conciencia del valor de un consejo para un hijo. Quien sabe que una buena palabra cuela más que un beso de papá. El hijo mayor de Steinbeck llevaba por nombre Thom. En una ocasión, el adolescente confesó a su padre haber caído enamorado de una chica llamada Susan.
Con la sabiduría de un padre y la elocuencia de un escritor, Steinbeck respondió la misiva a su hijo, quien en ese momento estaba lejos de casa en un internado. Las palabras del norteamericano dieron a Thom una mejor idea de lo que es el amor: de los tipos que hay y los tiempos que requiere. Le habló sobre el objeto del amor y la gloria que es poseerlo, pero sobre todo, Steinbeck dijo a su hijo sobre el amor que es bueno, el que sucederá.
Querido Thom:
Recibimos tu carta esta mañana. Voy a responder desde mi punto de vista, y por supuesto que Elaine lo hará desde el suyo.
Primero. Si estás enamorado, eso es algo bueno; es lo mejor que le puede pasar a cualquiera. No permitas que nadie te haga sentir que es poco o que lo que sientes no tiene valor.
Segundo. Hay varios tipos de amor. Uno es el egoísta, el que sujeta, el que utiliza el amor para su conveniencia. Este es el tipo de amor feo y que paraliza. El otro es un derroche de todo lo bueno en ti, de bondad, consideración y respeto. No sólo el respeto social por las costumbres, sino el mayor respeto: el reconocimiento de la otra persona como única y valiosa. El primer tipo de amor puede hacer que te enfermes, te hagas pequeño y débil; el segundo puede liberar en ti la fuerza, el coraje y la bondad, e incluso, la sabiduría que no sabías que tenías.
Dices que esto no es un amor adolescente; si tú lo sientes tan profundamente, por supuesto que no es el amor adolescente. Pero no creo que me preguntes qué es lo que sientes. Tú lo sabes mejor que nadie. ¿Qué es lo que quieres que te ayude a hacer al respecto?, y que te pueda decir.
Gloria en él (el amor), debes estar alegre y agradecido por ello.
El objeto del amor es lo mejor y más bello. Trata de vivir conforme a él.
Si amas a alguien, no hay ningún posible daño en decirlo, sólo hay que recordar que algunas personas son muy tímidas, y a veces se debe de tomar en consideración la timidez.
Las niñas tienen una forma de conocer o sentir lo que sientes, pero por lo general también les gusta escuchar.
A veces sucede que lo que sientes no es correspondido o recíproco por una razón u otra, pero eso no hace que tu sentimiento sea menos valioso o bueno.
Por último, conozco tus sentimientos porque yo los tengo y me alegro de que tú los tengas también.
Estamos a tu disposición para cumplir con Susan. Ella será muy bienvenida. Pero Elaine cumplirá con todos esos protocolos; a ella le gusta y estará muy contenta. Ella también sabe de amor y tal vez te pueda ayudar más que yo.
Y no te preocupes por perder. Si está bien, sucederá. Lo principal es no apresurarse. Nada bueno se escapa.
Amor,
Fa