Que el amor no se sienta a esperar, se pone a correr y a perseguirnos, nos cansa si lo dejamos, mejor no huir, no dejarlo escapar…atarlo sin hacerlo, queriéndolo y permaneciendo…
Noche sin ombligo
Tan de la nada y tan del todo he caído sobre un quién-sabe-dónde al más puro modo del quién-sabe-por qué. Me he levantado preguntándome si éste es el dónde a donde nunca pretendí llegar, pues el siempre andar buscando me aleja más del más sincero no-saber-qué-quiero, pero que sin pedirlo llega igual: no avisando. Quisiera que caminando, sin pensar, sin presionarnos a seguir hablando, me tomaras de la mano sin darte cuenta y sin contar hasta cuándo.
Tan sólo quiero que me quieras, y que me quieras queriéndote sin más razón que la de tener razón cuando intento no explicar el mi-estar-contigo. Soy más que tu amigo, pero lo soy igual. Por eso jamás me permitas terminar de conocerte, llegar a entenderte, no pretenderte más por aquello de creer que para yo tener tu yo, necesito haberte convencido de que me muestres completa la que sos. Cuando vos te despiertes no escondida, con tu espalda desnuda y hacia arriba, desnudándome la espalda, sabrás, con mi yo empujando amores, bajo sudores y lloviendo, que si te sigo viendo es porque no sos la misma de anoche, cuando a oscuras te deshiciste el amor conmigo.
Oscuro amor de noche sin abrigo. No me digas, ombligo, por dónde encontrarte, que prefiero no llegar a descubrirlo para por siempre seguir buscando. Prefiero por siempre intuirlo y así por siempre equivocarme. No te miento: día tras día seguiré con amor haciéndote el amor, crecerte de amor, y romperte, amor, todo el amor que tan de la nada y tan del todo me sucedió con vos al más puro modo del quién-sabe-cómo y del quién-sabe-por qué, pero que con todo un qué-bueno, ahora lo sé, sin pedirlo has caído conmigo desarmándote.
No atraparte en un brazo de prisión te ha convocado hacia un yo que, como yo, quiere de ti el secreto de que nunca me digas la verdad. Mejor dame el misterio de quien mañana ya no eres, para que yo contigo, y en serio, me dedique la vida entera a jamás de los jamases darme cual muerto por aburrido.
Dediquémonos mejor, hasta la muerte, a vivir juntos y desconocidos, que sólo no escondidos, pero siempre nuevos, nos haremos amantes-amigos incluso después de viejos. Incluso después de que mi piel, por los gusanos, no pueda estar más a tu lado ni contigo, en esta eterna noche de nuestro cuerpo sin abrigo, en esta interminable noche de nuestro cuerpo sin ombligo.
**
Si te quedaste con ganas de leer más sobre el amor y la belleza de este sentimiento te compartimos 4 poemas de amor para que le digas a esa persona especial:Te quiero a ti, con todo.