“Las lenguas, como las religiones, viven de herejías”.
Miguel de Unamuno
Nuestro lenguaje es uno de los más complicados por lo que solemos tener ciertos hábitos al hablar que no sabemos si son correctos, uno de ellos es el uso de muletillas. Éstas se definen como una palabra o frase que se repite por costumbre, y en algunas casos resulta imposible hablar sin antes pronunciarlas; una muletilla representa un tic verbal en la conversación.
Se suelen usar para tener más fluidez al momento de hablar en público e incluso sirven cuando se tiene algún bloqueo mental o para aclarar las ideas. También actúan casi de forma mecánica, o, mejor dicho, natural, pues forman parte del conocimiento popular, condición que las convierte en un recurso simple y fácil de emplear.
El uso de las muletillas puede resultar cómodo al momento de rellenar los vacíos del discurso; sin embargo, con el uso constante cansan y limitan los horizontes de la expresión, pues significa que poseemos una pobreza en el lenguaje.
El problema radica en que son una causa nociva en la transformación del español, lo que ha derivado en la forma de hablar y la aceptación de la RAE de muchas palabras que no debieron ser aprobadas; por ello, te presentamos algunas de las muletillas que debes dejar de pronunciar al momento de comunicarte con los demás.
¿No? / ¿Verdad?
Estas dos muletillas son diferentes, pero guardan los mismos significados. Delatan que el emisor no tiene confianza en lo que está diciendo y busca la aprobación del receptor. Ambas acepciones se suman al temor que puede generar el discurso y lo que piensen de quien lo emite.
Ehh / este / esto
Son los más recurrentes, se expresan cuando dudamos y no sabemos lo que en realidad decimos. Incluso, la aceptación de estas muletillas es la más común, pues son usadas para ganar tiempo en lo que se intenta hilar una idea con otra.
¿SÍ? / ¿Ya?
Ambas expresan, al menos en el imaginario, el sentido de “superioridad intelectual”. La primera sugiere que el oyente no comprende el mensaje y, por ende, quien lo transmite debe tomarse pausas y asegurarse de que es entendido; la segunda, impone un límite y ejerce presión para aquello que se quiere decir.
O sea / Es decir
Se emplea cuando se intenta explicar algo que, en un principio, parece muy confuso. Ambos casos denotan ambivalencias: el que transmite el mensaje cree que éste resulta muy complicado de asimilar o piensa que su interlocutor es muy lento para comprender.
¿Entiendes? / ¿Me explico?
Las dos involucran al receptor en un ambiente de inferioridad frente al transmisor. La primera le acusa de un bajo nivel de entendimiento; y la segunda, de manera un poco amable, le otorga cierto peso de esa incomprensión a quien se le transmite el mensaje. También resulta ser engañosa al conferir, a quien la utiliza, un sesgo de autoridad, pues el verbo “explicar” es usado por profesores o investigadores.
El mejor consejo para inhabilitar su uso es la mesura, las muletillas son útiles cuando no se abusa de ellas, ya que trae consigo limitantes severas que impiden la libre comunicación.
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