El cabello chino usualmente es considerado como uno de los que más personalidad aportan, no por nada la permanente —también conocida como base o en un español de mortales: hacerse chinos— lleva siglos de historia presente en nuestros rituales de belleza. Desde el arreglo de las pelucas que se utilizaban en el siglo XVIII en Francia, hasta su popularidad desde 1930 gracias a los avances de Charles Nestle quien desarrolló una maquina de calor que permitía marcar ondas y por supuesto, los chinos.
Sin embargo, sabemos que peinar un cabello de este tipo puede ser complicado, en especial cuando los chinos pueden ir desde un estilo ondulado, donde apenas si se marcan, hasta el chino cerrado que en ocasiones parece imposible pasar un peine. Sin importar cuan rizado sea tu cabello, enseguida podrás ver un varias sugerencias que pueden servir para todos los tipos y que sin duda no te tomarán más de 10 minutos —y ya estamos exagerando— en lograr.
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La clásica cola de caballo es tu mejor aliada seas lacia, de cabello ondulado o completamente chino. En todos los casos te dejará lucir tu rostro y verte arreglada.
Una variación de la cola de caballo es intentar un falso mohawk, lo mejor de todo es que tus chinos te darán el volumen que necesitas y si acaso creyeras que no es suficiente, siempre puedes intentar trenzarlo en la parte superior de tu cabeza y dejar el resto del cabello libre.
O bien, puedes optar por recogerlo por completo en dos chongos a los lados. Dependiendo de cuán abierto estén tus chinos, podrás asegurarlos todos o dejar un par sueltos.
Si crees que llevar todo tu cabello arriba puede provocarte dolores de cabeza o simplemente quieres lucir el volumen de tu cabellera, puedes realizar el mismo peinado anterior pero dejando la parte baja de tu cabello suelta.
Del mismo modo puedes comenzar a trenzar desde la parte trasera de tu cabeza, como si fuesen trenzas de boxeadora, pero dejar de medios a puntas sueltas para que tus chinos luzcan.
En ese sentido, las trenzas sobre tu cabeza también son ideales si quieres crear un balance entre el volumen de la parte superior de tu cabello y el resto de éste. Además, puedes optar por colocar accesorios como aros si tu cabello ondulado no te da todo el volumen que quieres —o por si simplemente te dio la gana—.
Hablando de volumen sobre la cabeza, también puedes ir al otro extremo y peinarte con un medio chongo en tu coronilla. Dependiendo de tus chinos éste será más o menos grueso.
O si no, puedes optar por tomar menos cabello y hacer uno mucho más pequeño; éste es ideal si tus rulos no son tan cerrados.
Aunque lo cierto es que una coleta alzada jamás puede salir mal y enmarcará tu rostro a la perfección. Puedes optar por usar una liga o broche llamativo o simplemente ocultarlo con el propio color de tu cabello.
Pero si lo que quieres es controlar el volumen, una mascada siempre será una buena opción; en especial porque puede ser muy versátil dependiendo de tus chinos, ya sean muy abiertos, casi en el límite con en el cabello ondulado.
O cerrado. En ambos casos podrás levantarlo todo por completo y envolverlo, dejando un par de mechones sueltos; o simplemente emular una diadema con la mascada.
Si las mascadas no son tu accesorio de preferencia, siempre puedes optar por otro tipo ya que tus chinos te permitirán atreverte a usar piezas distintas y de mayor volumen que los complementan en lugar de opacarlos.
Ahora bien, si tu cabello es extremadamente chino. Con un rulo tremendamente cerrado y con mucha textrua, siempre puedes acudir al trenzado, ya sea de tu cabello completo —haciendo que las trenzas sean gruesas—, o bien, super delgadas y sólo en un costado de tu cabeza, dejando ahora sí al resto de tus chinos totalmente rebeldes y al aire.
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Verás que no siempre es necesario llevarlo suelto o totalmente recogido en un chongo. También verás que no es necesario plancharlo por completo para lucir arreglada. De hecho, puedes aprovechar todos los instrumentos de calor ya sea para marcar más tus chinos en caso de que tu cabello sea ondulado, o bien, abrir el rulo y darle más longitud a tu cabello. Sea lo que sea, no temas en experimentar y probar, quien sabe, tal vez encuentres tu peinado favorito.