El advenimiento de las nuevas tecnologías significó un cambio crucial, por no decir definitivo, en el mundo de la música. Todo empezó con el compositor francés Pierre Schaeffer, padre de la música concreta y quien desató la fiebre de los loops y los samples. La técnica perduraría en las próximas generaciones de músicos —incluso sería parte de un punto álgido de la música afroamericana—, pero su creatividad como artistas conceptual no logró dominar o cautivar a las culturas underground, pues su conocimiento no era tan accesible para todos lo de la época. Entonces entró en escena Karlheinz Stockhausen.
Lo que comenzó como un sueño en la mente de Stockhausen se convirtió en la médula del cambio social de lo que representaría la música. En décadas pasadas la música sólo logró traducir emociones: las grandes óperas y los conciertos sinfónicos eran los codificadores emocionales auditivos que permitieron por varios años empatizar con el sonido generado en el entorno. Eso cambió significativamente con el compositor alemán Karlheinz Stockhausen, uno de los más laureados y a la vez controversiales de la música culta del siglo XX. Muchos lo veneran como una figura trascendental de la modernidad al tratarse de uno de los mayores visionarios de la música del siglo XX. Stockhausen es reconocido por sus composiciones de música contemporánea y sus innovaciones en música electroacústica, música aleatoria y composición serial, con lo que dio la pauta para modelar un nuevo mundo con otras formas del sonido.
Durante casi seis décadas Stockhausen se distanció sustancialmente de las formas musicales más tradicionales. La variedad de sus creaciones son una evidencia de ello: composiciones electrónicas, miniaturas para cajas de música e incluso trabajos para instrumentos solistas, música de cámara, coral y orquestal e incluso un ciclo de siete óperas de larga duración. Podría decirse que a partir de sus aportes, no sólo se compone por medio de complejas estructuras musicales. Los samples y las grabaciones comenzaron a dar objetividad antinatural al sonido.
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¿Qué pasó después?
Las nuevas ideas empezaron a influir en culturas jóvenes como el rock y el punk. Las melodías tomaron nuevas formas. La altura y el timbre ya no eran suficientes para los músicos, por lo que comenzaron a imitar el sonido contemporáneo de la música de Karlheinz. Bandas como Grateful Dead, Pink Floyd e incluso Miles Davis —todos y cada uno de ellos con sus propias propuestas musicales e intelectuales— experimentaron con la idea del modelaje del mundo auditivo. Esto dio como resultado una explosión de nuevos sonidos y música psicodélica, fusión e innovación.
El fuerte azote que tuvo la música contemporánea en la cultura pop rompió con toda su pureza sonora, producto de la curiosidad y de la experimentación que Stockhausen estaba promoviendo por el mundo. Las bandas empezaron grabarse en pistas multicanales con el fin de manipular su propio material, erradicar toda pureza en el sonido y romper para siempre con la ejecución natural de la música. Esto representó una modificación en las raíces del proceso creativo y, aún más importante, en el lenguaje musical.
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Alguien tenía que hacer el trabajo sucio…
La visión del instrumentó en vivo seguía siendo parte del mundo de la música. De hecho nunca ha dejado de serlo. Orquestas, rockeros y jazzistas se oponían a la “frialdad” de las nuevas técnica eléctricas. No obstante, sin darse cuenta, los artistas ya estaban utilizando técnicas de Stockhausen, como el sampleo, los efectos, los paisajes y ambientes condicionados para alcanzar la máxima fidelidad del sonido onírico. Los ejecutantes e intérpretes “no se ensuciaban las manos”, por lo que el peso de tamaña responsabilidad quedó sobre los hombros de los técnicos de sonidos y los ingenieros en audio, quienes fueron los escultores de la revolución que se estaba gestando.
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El idealismo de Stockhausen y el comienzo del punk
La facilidad de crear metasonidos le dio un fuerte giro a la industria de la música pop. Los llamados geeks, amantes de la tecnología y la ingeniería, comenzaron a crear nuevas formas de grabar a bajo costo, que junto las políticas de composición de Stockhausen (antiacademicistas) desarrollaron lo que se conocería como punk. Este sonido influiría posteriormente en figuras como Brian Eno o bandas como Velvet Underground, los últimos herederos de la música académica electrónica.
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La música se revitaliza día a día, generación tras generación, acorde con los procesos socioculturales e históricos, con la globalización y l mestizaje. En su historia es posible identificar los rasgos de una identidad nacional, como la de México, por ejemplo.