Cuando no había nada en la tierra, sólo que tinieblas y oscuridad, en los territorios nipones vivía en una lúgubre caverna, Amaterasu, quien fue encerrada debido al mal comportamiento de su hermano Susanoō. Aburrida y con poco a su disposición para distraerse, tomó seis arcos y formó un arpa. Con el instrumento tocaba bellas melodías que lentamente convirtieron al sombrío lugar en un sitio más agradable.
Atraída por la belleza musical de las piezas, llegó a la cueva una ninfa de nombre Ameno-Uzume que se dejó llevar lentamente por la música. Poco a poco comenzó a cantar mientras Amaterasu se asomaba en la entrada de su cueva. Entonces, luego de los movimientos de la ninfa y la bella voz que la acompañaba, Amaterasu logró que con su música, el mundo se llenara de luz. El sol apareció entonces haciéndose visible y sensible para las ninfas, dioses y criaturas que empezaban a poblar la tierra. Rápidamente, la vegetación floreció y los animales nacieron periódicamente para dar paso a la humanidad.
Fue en ese momento en donde Amaterasu se convirtió en la Diosa del Sol.
Las deidades más antiguas decidieron que la nueva diosa inculcaría el canto y la danza a los pobladores para entender la importancia de su labor. De este modo, ellos sabrían que la vida se había iniciado gracias al Sol. Sin embargo, la melodía que surgió de aquellos seis arcos y el canto de la ninfa les recordarían que la música y la danza eran el verdadero comienzo del mundo.
En la actualidad, esta leyenda japonesa es enaltecida por los exponentes musicales de aquel país quienes se mueven en una galaxia sonora tan amplia que pareciera ser infinita. Conforme ha ido pasando el tiempo, la evolución se ha hecho presente incluso en la forma de hacer música y producir sonidos. Por este motivo, rendirle tributo a Amaterasu a través de su mítico arte se ha convertido en una tradición.
Siguiendo con el mito de la Diosa del Sol, el anime ha retomado el personaje para plasmarlo en sus historias como una de las más importantes deidades que no sólo brindan la protección gracias a su calor, es, por encima de todo, la dadora de vida por medio de la música; justo como en la historia “Izumo: Takeki Tsurugi no Senki”, donde que la diosa es una de las principales regentes el lugar en el que se desarrolla la historia, además de cuidar de los pobladores como una madre. Así, con un mito tan imponente como el de Amaterasu que funge como protectora de toda una población, es lógico que exporte grandes proyectos musicales que no te deberías perder si eres fan de los animes.
Tanto en las animaciones como en la música se cuentan historias que traspasan el tiempo y el espacio. Conoce a continuación 10 proyectos musicales de Japón que pintan para revolucionar el mundo.
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‘『ダイスキ’ – Daoko
Fusionando música electrónica, música disco, new wave y pop, esta joven cantante mezcla la ilusión y el surrealismo con toques femeninos muy acordes con su edad. Su música es bailable, pero también seductora. Su voz ejerce como adhesivo para que el escucha no se despegue de su concepto que viaja en un universo inventado por ella misma.
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‘Coral Blue’ – Negoto
Esta banda nos recuerda un poco el movimiento Riot Grirrrl y todas las bandas de chicas hechas para otras chicas. Con letras de amor, desamor, amistad e ideales, Negoto nos lleva por el mundo del rock alternativo demostrando que las chicas pueden tomar una guitarra y dominar el mundo.
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‘アボカド-‘ – Yonige
Siguiendo en la líneas del rock alternativo, llega este dueto que también son consideradas indie. Con mucho qué gritar, nos recuerda a los animes como “Sailor Moon” o “Sakura Card Captor” en donde el girl power se manifiesta como si de una batalla contra la vida misma se tratase. Entre guitarras, voces fuertes y letras muy directas, Yonige nos dice que el mundo está regido por chicas.
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‘八百万’ – Evisbeats
EVISBEATS, también conocido como AMIDA (アミダ), toca hip hop, R&B, rap y chillout mezclándolos en un sonido propio que le da identidad a su nombre: latido. Usando a su favor los géneros de la protesta por excelencia, EVISBEATS canta sobre los problemas que le aquejan así como la exaltación de la cultura nipona. De este modo, podemos se partícipes de la unión de todos los elementos que conforman la pasión y el cariño que le imprime a sus melodías.
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‘シシド・カフカ’ – Kavka Shishido
Esta chica comenzó en una banda de rock llamada The News. No obstante, pronto se convirtió en solista gracias al interés que tenía en otros géneros, como la combinación con el pop del que surgen sus mejores trabajos. Así, ella combina su habilidad para tocar la batería con su voz y una estética visual muy bien pensada en la que todo gira en torno al negro. De ahí deriva su nombre: Kavka significa “cuervo” en checo. Sus letras oscuras se mezclan muy bien con un pop rock muy ad hoc con su personalidad, que lleva un poco de México y Argentina, ya que nació en el primero y creció en el segundo. Tiempo después regresó a Japón en donde comenzó su proyecto musical.
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‘Kyoukan Kaku Obake‘ – Sasanomaly
Sasanomaly es un chico con inclinaciones poéticas, ya que además de ser músico es también un artista que realiza todos sus videos en colaboración con estudiantes de arte y cine con quienes realiza alianzas para crear producciones mucho mejor pensadas y con técnicas diferentes. Gracias a la calidad de sus clips, ha ganado premios en Francia, República Checa o Bulgaria promoviendo la producción audiovisual de jóvenes talentos.
Sus canciones tienen letras con palabras duras que se combinan a la perfección con las melodías cálidas y suaves.
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‘Suna No Oshiro’– Kanon Wakeshima
Su música enmarcada en el dark cabaret, Wakeshima hace de sus conciertos una experiencia completamente visual que combina el cabaret y el new wave, entre otros géneros que la diferencian de los demás. En adición al show que involucra vestuario y ambientación barroca, destaca su talento para tocar el chelo, lo que hace de su espectáculo una experiencia gótica instrumental.
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‘Dreamer’– Moe Jazz
Combinando el jazz con ritmos principalmente latinos como el bossa nova, el colectivo llamado “Studio Tram” ha creado dos volúmenes de un compilado de jazz denominado “Moe Jazz” en el que con voces casi infantiles y ritmos pegadizos logran amalgamarse para crear una fusión que suena incluso divertida.
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‘Kuusou Mesorogiw’ – Yousei Teikoku
Con un estilo muy similar a Babymetal, este grupo se mueve en los lares del heavy metal conjugándolo con la ternura propia de una chica al frente de la agrupación. Así, la mezcla resulta en un kawaii metal que puede sonar más pesado que cualquier banda sucia de thrash, todo con una voz tan sutil como una agrupación de pop melódico.
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‘HYBRID’ – Giga-P
Con un estilo electrónico muy clásico, Giga-P presenta su música lista para bailarse en cualquier lugar de moda. Aunque tiene algunas guitarras y bajeos propios de un derivado del rock, no pierde el estilo industrial que lo caracteriza remontándonos al k-pop o j-pop. Su simpleza se centra en la música mientras que sus letras son un tanto complejas, pero comprensibles.
Con tantas canciones que derivan de una sola diosa, los proyectos musicales que aquí presentamos son dignos de ser escuchados en la compañía de tu anime consentido. Si aún no sabes cuales son las mejores animaciones asiáticas consulta esta lista de los animes más románticos y si los odias un poco, te dejamos esta recomendación que te hará dejar de odiarlos.