La mujer con la falda corta siente la mirada incesante del hombre que finge leer el periódico, pero que en realidad la asecha: el Metro es la jungla subterránea. Parece que nunca había visto a una mujer en su vida. Pero la mujer ya está acostumbrada, recibe ese tipo de miradas con tal frecuencia que no se inmuta ni un poco.
Sólo cuando la enfocan de una forma “muy grosera” se atreve a regresar una mirada enfurecida. No obstante, nunca se ha atrevido a activar la palanca de emergencias, no sabe que está siendo acosada y que eso es digno de frenar el curso de los trenes. No sabe que están atentando contra sus derechos más elementales.
Se baja en la estación Hidalgo y no sólo toma su bolso con firmeza, sino que además se arrepiente de traer falda corta. Es precisamente en esa estación donde más veces ha recibido miradas, incluso insinuaciones obscenas. Al regresar a casa, su padre le reza cifras aterradoras.
De acuerdo al portal “Animal Político”, los casos de violencia sexual han aumentado casi un 60 % en la CDMX y la mayoría de ellos se concentran en el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM).
La violencia sexual incluye agresiones tanto verbales como físicas. Estas cifras fueron arrojadas en el informe que hizo la CDMX llamado Estrategia 30-100 contra la violencia a la mujer.
Y la mujer sí tenía razón: en el metro Hidalgo corre mucho más peligro. Y no sólo ahí, otras estaciones que presentaron mayor número de casos de agresión son:
* Hidalgo: 17
*Centro Médico: 10
*Pantitlán:10
*Pino Suárez: 5
*Salto del Agua: 4
*Puebla: 4
* Ciudad Azteca: 4
*Observatorio: 3
* Zócalo: 3
* Atlalilco: 3
Por si fuera poco, no hay leyes que protejan a las mujeres que tienen que soportar estas situaciones de manera cotidiana, como la mujer de la falda corta. O por lo menos no lo suficiente, pues de acuerdo a lo revelado por el diario “Milenio”, el Código Penal de la Ciudad de México define al acoso sexual como la serie de conductas sexuales indeseables para quien las recibe o solicite favores sexuales para sí o para una tercera persona.
En el caso de abuso sexual, se refiere a la serie de actos sexuales realizados sin contar con el consentimiento de una persona. El abuso, el acoso y el estupro conforman la lista de delitos sexuales y a pesar de la evidente falta y violación a los derechos de las mujeres, ninguno de ellos es considerado como grave.
Los lugares donde se corre más peligro son:
Claro que personas como el señor que finge estar leyendo el periódico, pero en realidad está observando las piernas de las mujeres que entran y salen del vagón y no piensan en las consecuencias de sus actos: muchas veces ni siquiera las hay y por ende continúan.
Y que las observen ya no es el único problema, sino que ahora también las capturan en foto o las graban en video cuando pasan delante de ellos. En promedio, tres mujeres van a la Procuraduría General de Justicia (PGJDF) para denunciar estos hechos.
En general, según lo registrado en “Animal Político”, de mayo a julio de 2016, fueron reportadas 163 agresiones dentro de las instalaciones del Metro.
Los casos más frecuentes son por:
* 101 por “tocamiento” de glúteos o nalgadas.
*13 por “tocamiento” de la pelvis o genitales de las mujeres.
* 12 porque el agresor se masturbaba frente a la mujer.
*8 porque el agresor frotó su miembro viril en los glúteos de la mujer.
*11 porque el agresor tomó fotos o grabó a la mujer con su celular.
La mujer de la falda corta tiene que hacer ese recorrido por el STCM todos los días. Se cubre con su bolso, con su chamarra. Piensa si debería activar la palanca o seguir así hasta su destino. Y mañana también.
*Con información de: Milenio, Animal Político.