Obras surrealistas han colocado a Dalí como uno de los máximos exponentes de esta corriente artística. Su trabajo lo consagra como un pintor desaforado, perfeccionista y extravagante, dueño de una mente creativa y disparatada, además de un manejo exacto del lápiz y el diseño.
Durante los años setenta, Dalí, quien había declarado que la pintura era “una fotografía hecha a mano”, fue el avalador del estilo hiperrealista internacional que, saliendo de su paleta, no resultó menos inquietante que “su indagación anterior sobre el ilimitado y equívoco universo onírico”.
Místico y narciso, Salvador Dalí, quizás es uno de los mayores pintores del siglo XX, convirtió la irresponsabilidad provocativa no en una ética, pero sí en una estética, una lúgubre estética donde lo bello ya no se concibe sin que contenga el inquietante fulgor de lo siniestro.
La Fundación Gala-Salvador Dalí anunció este martes el hallazgo de dos óleos con paisajes oníricos que el genio surrealista pintó en 1930, y cuya autoría no se había podido confirmar hasta ahora.
Las obras: “Simulacro de la noche” y “Libre inclinación del deseo”, presentan rasgos característicos del imaginario de Dalí (1904-1989) y, aunque los expertos de la fundación sospechaban de su existencia, no habían conseguido localizarlas ni atribuirlas al artista español.
“Las imágenes las teníamos identificadas pero no sabíamos dónde estaban ni cómo ligarlas con Dalí. Se decía que eran de él pero se tenía que verificar”, señaló Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos ligado a su fundación. “Son obras de la época surrealista de Dalí, ambas muy significativas. Se aprecian los típicos paisajes oníricos de Dalí, con sombras, grandes pedestales”, explicó.
El hallazgo se produjo a partir de un “exhaustivo” trabajo de búsqueda en bibliografía especializada y recortes antiguos de prensa, donde descubrieron que estas dos obras habían sido expuestas al público, aunque sólo una vez.
La primera de ellas, “Simulacro de la noche” apareció en una muestra en San Francisco (Estados Unidos) en 1965 mientras que “Libre inclinación del deseo” se incluyó en una exhibición surrealista en 1935 en Santa Cruz de Tenerife (España), en la que también había obras de Pablo Picasso: “A partir de allí tiramos del hilo y encontramos las dos obras”.
“Simulacro de la noche”, un óleo sobre lienzo que retrata un paisaje estéril con una enorme mano venosa roja en medio, fue encontrado en el fondo de un coleccionista privado.
Por otra parte, “Libre inclinación del deseo”, donde se contempla una gran roca y una columna llena de objetos característicos del imaginario daliniano, se conserva en la galería de arte de la Universidad de Yale de Estados Unidos.
El hallazgo de los dos óleos se enmarca en un proyecto de catalogación y publicación digital de toda la obra del genio surrealista que su fundación inició en 2004 para “reunir y compartir información precisa de las obras pictóricas” de Dalí.
