“A diferencia de Schindler, quien salva de la muerte por motivos morales, el poblano Gilberto Bosques rescató a miles de judíos de morir por las balas o en los campos de exterminio nazi siendo cónsul”.
“La persecución de los judíos en la Polonia ocupada significó que pudimos ver el horror emergiendo gradualmente de muchas formas. (…) en los años 41 y 42, había múltiples evidencias públicas de puro sadismo. Con la gente comportándose como cerdos, sentí que los judíos estaban siendo destrozados. Tenía que ayudarles. No tenía opción”, esto fue lo que dijo el empresario alemán Oskar Schindler (1908-1974), quien escribió los nombres de cientos de judíos a quienes contrató para salvarlos del holocausto nazi.
Pero durante aquel suceso histórico, Gilberto Bosques, cónsul mexicano en París durante la Segunda Guerra Mundial, entregó visas a 40 mil personas para salvarlas del exterminio nazi. En octubre de 2013, 60 años después, legisladores alemanes rindieron un homenaje al político conocido como “el Schindler mexicano”.
Gilberto Bosques, junto a otros diplomáticos, alquiló dos castillos en los alrededores de Marsella (Reynard y Montgrand) para que mil 350 hombres y mujeres (mayoritariamente españoles), atrapados en el sur de Francia entre la histeria sin sentido del final de la Guerra Civil española y el brutal comienzo del conflicto bélico europeo, pudieran conservar su vida y su dignidad.
Este 2014 se cumplen 75 años de la llegada de los exiliados españoles a México, por esta razón, el Instituto de México en Madrid dedicará una exposición que “recuerda aquel utópico episodio en el que dos enormes edificios destartalados en Marsella, en plena Francia de Vichy, sirvieron de hogar y antesala del exilio a centenares de españoles. Gilberto Bosques plantó la bandera de su país en aquellos caserones y los convirtió en territorio mexicano a salvo (no siempre, la verdad sea dicha) de las incursiones de la policía y el ejército”.
El material que se expondrá son las fotografías tomadas por los refugiados. La muestra contiene también el documental Visa al paraíso, de Liillian Liberman, en el que relata esta historia y la de muchos otros casos en los que Bosques permitió a otros perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial salir de Francia rumbo a México. Muchas veces ya a través de Marruecos.