Las mujeres en El Salvador son las mayores compradoras de armas de fuego de los últimos años. Una respuesta urgente ante los altos índices de violencia generados por el robo, asaltos y violencia de las pandillas que dominan el país.
Según información revelada por distintas corporaciones policiacas, en Centroamérica se registraron más de 17 mil homicidios en 2016, sin embargo, durante el primer cuatrimestre del presente año se registró una tasa de 17.5 homicidios por cada 100 mil habitantes, cifra que supera la tasa de asesinatos registrados por otros países de la región (incluyendo México) en el año pasado.
El homicidio doloso es una verdadera epidemia entre la sociedad salvadoreña, derivado de los enfrentamientos y violencia de las pandillas centroamericanas como la Mara Salvatrucha y Barrio 13. Ante este cruento panorama, la Oficina de Información y Respuesta del Ministerio de Defensa del país informó que en 2016 también incrementó el número de licencias de portación de armas de fuego. Y las mujeres fueron las que más las solicitaron.
*Foto: La Prensa.
En el país, al menos 3 mil 486 mujeres tienen la autorización para portar un arma de fuego. Durante 2016 se otorgaron 606 licencias, un significativo aumento en comparación con las 433 cartillas que se entregaron en 2015.
Según datos del Ministerio de Defensa de El Salvador, al menos seis de cada diez mujeres que solicitaron este tipo de licencia tienen entre 18 y 30 años en el conteo de 2011 al 2017. De hecho, al menos 15 mil 585 de las solicitudes fueron realizadas por damas en edades de 26 a 30 años, mientras que 13 mil 388 de los formatos llenados fueron hechos por mujeres de entre 18 a 25 años de edad.
A nivel América Latina, El Salvador ocupó el primer lugar en feminicidios durante 2014, según datos difundidos por el Observatorio de Igualdad de Género en la región de las Naciones Unidas (OIG). En total, se registraron 5.7 homicidios por cada 100 mil mujeres. En el 2016, fueron asesinadas 520 féminas por razones de género, según datos del Instituto de Medicina Legal del país.
*Foto: El Heraldo.
La activista feminista salvadoreña, Ima Guirola, dijo al medio ContraPunto que los integrantes de las pandillas y hombres en general terminan con la vida de las mujeres por razones de control. “Así les resulta más fácil usarlas en los hechos delictivos, muchas mujeres son utilizadas como mulas para llevar drogas, otras para la extorsión”, dijo.
Por su parte, Natalia Farfán, es una de las salvadoreñas que representa a su país en las competencias de tiro práctico. Ella es maestra de profesión, pero tiene un pasatiempo bastante desafiante ante los ojos de una sociedad hetero-normalizada.
*Foto: Natalia Farfán. Mauricio Cáceres | Elsavador.com
La decisión de Natalia fue consecuencia de la violencia en las calles; presenció cuando una de sus amigas fue asaltada por pandilleros junto a su hija al salir del colegio. Eso le dio el valor para tomar clases de tiro con armas. “Voy a aprender a usar las armas y a quitarme el miedo”, dijo Natalia en entrevista a la periodista Karla Arévalo del medio El Diario de Hoy.
Actualmente ella es miembro de la Asociación Salvadoreña de Tiro Práctico, donde en competencias lleva a sus tres hijos para que observen y aprendan sobre el respeto a las armas. También desea que más mujeres de su país aprendan a disparar por deporte.
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