Debbie maneja a una velocidad muy baja sobre la autopista Stuart, cerca del centro de Australia. Sabe que debe hacerlo de esta manera para evitar atropellar a algún canguro que se cruce en su camino. El andar de estos animales por las carreteras australianas es común, tanto como los accidentes que protagonizan al cruzarse en la vialidad.Una mañana, Debbie vio a lo lejos a un canguro atropellado. Detuvo su auto y lo arrastró a un lado del camino para que no volviera a ser lastimado. De pronto, observó un movimiento en el vientre del animal. Era un canguro bebé que, aunque estaba lleno de sangre de su mamá, sobrevivió sin ninguna lesión al accidente.Canguros bebés como el que encontró Debbie son recibidos en el Josephine’s Gallery and Kangaroo Orphanage, un orfanato en el que reciben a estos animales que quedan desamparados en las carreteras australianas.
Este lugar ubicado en el pueblo luminoso de Coober Pedy, al norte de Australia, recibe cerca de 100 canguros bebés al año y lo hacen para evitar que mueran depredados o de hambre al no tener cerca a su mamá. Josephine y Terry Brennan, una pareja australiana, es la que se encarga del cuidado de las crías.Financiado con donaciones, este orfanato salva las vidas de los canguros huérfanos a quienes alimentan con una fórmula de leche especial para ellos, ya que son intolerantes a la lactosa. Para que no extrañen tanto la bolsa de mamá, les elaboran bolsas con toallas calientes para que ahí puedan descansar.Además de ser un lugar obligado para los turistas, en el orfanato también se ocupan en darles un curso rápido a la gente para que sepan cómo auxiliar a un canguro bebé en caso de encontrarlos desamparados en algún camino. Eso sí, esto no es para todos. Muchos prefieren no auxiliar a los animalitos porque les provoca náuseas el tener que cortar la bolsa de la madre y cercenar el pezón en caso de que el bebé canguro esté aún pegado a él.
El principal consejo que se les da para auxiliar a un bebé canguro es revisar la bolsa marsupial y después llevar al animal al veterinario más cercano o al orfanato. Tanto Josephine como Terry les recomiendan conducir a baja velocidad y estar siempre pendientes de su camino para no atropellar a ningún canguro.Este orfanato no es el único lugar conocido en donde ayudan a los canguros bebés. Chris Barnes, ex boxeador australiano, fundó The Kangaroo Sanctuary, en Alice Springs, Australia, en donde también cuidan a los canguros huérfanos hasta que puedan valerse por sí mismos.
Barnes no sólo ayuda a más de veinte canguros bebés, que son los que están en su albergue, también tiene un camello al que encontró en condiciones físicas deplorables. Lo ayudó para que sobreviviera y decidió darle un hogar junto a los canguros.
La primera experiencia de Chris Barnes con un canguro fue en 1989 cuando, trabajando para un zoológico, convivió con Josie Jo, una cría que lo cautivó desde el primer momento. Dice que a partir de ahí no lo dejó en paz la idea de ser la “mejor mamá canguro” que tuvieran estos pequeños desamparados en los caminos de Australia.En 2016, un informe realizado por una compañía aseguradora en Australia reveló que en un 82 por ciento de los accidentes automovilísticos estaban involucrados animales, muchos de ellos canguros. Las hembras pueden llevar hasta dos bebés en sus bolsas. Ayudarlos se ha vuelto una consigna entre quienes recorren las carreteras australianas.
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