Un oso polar fue grabado mientras acaricia a un perro, la escena es tierna y en el video se escuchan risas y exclamaciones de sorpresa y agrado. El oso mueve su garra de forma delicada para no lastimar a quien parece ser su amigo, minutos después los espectadores dejan de grabar y se alejan de la adorable escena.Cuando las cámaras se apagaron, el oso se deshizo de la aparente ternura y se dejó llevar por sus instintos.
El perro no tiene manera de escapar porque se encuentra encadenado. Un par de zarpazos son suficientes para quedar seminoqueado y sus débiles patas no pueden hacer nada para defenderse de las potentes garras del oso polar. Unos cuantos minutos bastan para pasar de ser el amigo que se volvió viral en Internet a ser la presa de un oso polar hambriento.
La amistad entre animales de diferentes especies es un bonito invento de los seres humanos. En la naturaleza sólo existen presas y depredadores, víctimas y victimarios. Es parte de la cadena alimentaria y de la manera en que el mismo universo está construido.“El oso gigantesco acababa de despertar de una siesta y comenzó a acariciar con dulzura al perro”, narró David de Meulles, quien grabó el video de 34 segundos que se hizo viral en redes sociales para la cadena norteamericana ABC. “Se comportaba como un humano”.Meulles capturó esta imagen el 13 de noviembre en el refugio de animales de Manitoba, Canadá.
“Ver a un animal tan poderoso ser tan amable con otro tan pequeño, cuando se conoce a su especie por ser depredadores es algo increíble”, comentó emocionado y explicó al canal que una de las visitantes que fue testigo del mismo hecho se emocionó hasta las lágrimas.
Lo que no vieron y seguro no le hubiera emocionado tanto fue lo que reportó la cadena de noticias CBS: un oso polar devoró a un perro en el mismo lugar. Ian Stirling, profesor de la Universidad de Alberta y experto en Medio Ambiente, explicó a la cadena de noticias “una relación así entre los perros de Ladoon y los osos polares es puramente artificial y nunca ocurriría en la naturaleza salvaje”.
“Ocurrió el único día que no alimentamos a los malditos osos, la única noche que no dejamos nada de alimento fuera”, lamentó en entrevista el responsable de cuidar a los perros y quien días antes se grabó la “armoniosa” convivencia entre el perro y el oso polar.Por más que nos guste ver videos de animales salvajes conviviendo entre sí, la “amistad” entre ellos es algo que sólo existe en nuestra imaginación y nos hace creer que esas escenas son más adorables de lo que la realidad de la naturaleza, el ciclo de la vida y la cadena alimentaria lo permiten.Los animales salvajes no son amigables con especies pequeñas. Lo que sucede es que al verlos tan vulnerables no tienen que emplear esfuerzos para cazar a sus presas y se dan tiempo de “jugar” con su comida. Así como los niños cuando forman palabras con su sopa de letras o dibujan caritas con aderezos en sus alimentos.
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