La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés), que se jacta de proteger a los animales, deberá pagar una suma de 49 mil dólares por sacrificar al perro chihuahua de Cynthia, una niña de nueve años.
Hace tres años, dos integrantes de PETA, sacrificaron a Maya, la perrita propiedad de una familia originaria de Virginia, Estados Unidos porque al no tener collar, pensaron que se trataba de un perro callejero.
Así que los dueños iniciaron una demanda por “secuestro” y sacrificio del animal.
De acuerdo con 13 News Now, los miembros de PETA acusados son Victoria Carey and Jennifer Wood, quienes levantaron a la chihuahua sin consentimiento y pocas horas después la sacrificaron, mientras que la ley dicta que deben aguardar cinco días para hacerlo.
Pidieron siete millones de dólares, pero poco antes del inicio del juicio, la organización negoció y acordó pagar la suma de 49 mil dólares para “compensar” a Cynthia y a su familia, quien había recibido al perro como regalo de Navidad.
De acuerdo con el medio estadounidense, Wilber Zarate, el padre de la niña, acusó a PETA de practicar “masivamente” la eutanasia, incluso a animales sanos y por considerar que tener una mascota «es una forma de cautiverio».
Mientras tanto, PETA pidió perdón y explicó que el objetivo era capturar perros y gatos “salvajes”. Asimismo, donarán dos mil dólares a la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales en “honor” a Maya.
«Nos disculpamos de nuevo y expresamos nuestras condolencias a la familia Zarate por la pérdida de su perra Maya. El señor Zarate ha reconocido que fue un error desafortunado de PETA y de los individuos involucrados».