La era moderna comenzó oficialmente con el fin de la Edad Media.Más de quinientos años después, las artes místicas, las creencias religiosas y los rituales basados en supersticiones, que deberían haber sido sustituidos por la ciencia, cuyo principio fundamental es dudar o refutar todo lo que no se puede comprobar, siguen teniendo un peso muy importante dentro de las sociedades actuales.De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ciencia y Tecnología 2016 realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a pesar de que las ventajas que ofrece la ciencia al ser el medio y motor fundamental para lograr el desarrollo de cualquier sociedad, los mexicanos aún “tienen más confianza en los horóscopos que en la ciencia que se desarrolla en el país”, informó José Franco, titular de la dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) al presentar los resultados del sondeo.
“Las tendencias son claras e interesantes. Hay una mezcla entre la valoración y el miedo, el desprecio y el interés. Ambos aspectos conviven en una contradicción: por un lado los mexicanos aprecian el conocimiento científico, pero también el mágico, las creencias religiosas y lo esotérico”, comentó Franco, líder del proyecto.Entre los factores más importantes que determinan el grado de creencia de los mexicanos en la religión y el esoterismo en contraste con la ciencia se encuentran la edad, el grado de estudios y el nivel económico, variables que fueron consideradas en la encuesta.Al ver los resultados, la diferencia más marcada por criterio sociodemográfico se presenta en los grupos de edad de 15 a 24 años — 6.2 de cada 10 personas en ese rango creen más en la ciencia — en contraste con las personas de entre 55 a 64 años de quienes 6.2 de cada 10 confían más en supersticiones y en la religión que en los datos duros y comprobables que ofrece la investigación científica.En el caso de las personas con diferentes grados de escolaridad los resultados también fueron muy cambiantes. Evidentemente, a menor educación menor confianza y entendimiento de la ciencia y sus beneficios.
De las personas encuestadas que cursaron la primaria, sólo 4.4 de cada diez dijeron confiar en la ciencia; con estudios de secundaria 5.1; con bachillerato 6.3 y con universidad y posgrado 7 de cada diez personas dijeron creer y confiar en la ciencia.Además, el sondeo también reveló que parte de la desconfianza y falta de credibilidad provienen principalmente del desconocimiento científico y de sus beneficios.“Nos dimos cuenta que al preguntar a los encuestados “qué palabras relacionaban con ciencia, la respuesta más repetida fue: “no sé”, seguida por respuesta como “educación”, “medicina” y “tecnología”.Irónicamente, a pesar del poco conocimiento y confianza que la ciudadanía tiene sobre el tema, la profesión de científico es la que obtuvo los niveles más elevados de aceptación entre la población, incluso por encima de profesiones como bombero o médico.Julia Isabel Flores, coordinadora del Área de Investigación Aplicada y Opinión de la UNAM dijo que la encuesta es muy importante para la institución ya que “permite conocer las necesidades, intereses y tendencias de la población para poder acercar el desarrollo científico y tecnológico al público en general”.
Para combatir la falta de credibilidad en la ciencia presente en un gran porcentaje de la población, la UNAM lanzará una versión digital de la revista “¿Cómo Ves?” con enlaces multimedia y diseñada en un atractivo formato que busca atraer a los jóvenes.Por último, Franco recalcó que a pesar de las dificultades y la poca inversión que el Estado da al campo de la investigación científica, en México existen muchos científicos e investigadores que enaltecen el nombre del país y ayudan a desarrollar e innovar en distintas área en la constante búsqueda por ayudar a mejorar la calidad de vida de los mexicano y de los humanos en general.*
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