En México no se ha impulsado el turismo religioso, a pesar de que tenemos más de 200 santuarios de los que aún se desconoce su riqueza como patrimonio cultural, más allá del culto y fomentar algún tipo de fe.
Sin embargo, hay un sitio que concentra el mayor número de fieles, que no pueden ser vistos como turistas religiosos, ya que su visita al templo católico más visitado en el mundo ocurre por una peregrinación: la Basílica de Guadalupe.
Localizada al norte de la Ciudad de México, por el rumbo de la Villa, suma más de 500 años de historia y cada día crece el número de fieles que la visitan, por encima de destinos turísticos como el Vaticano y la Basílica de San Pedro.
En suma, las peregrinaciones a la Basílica traen consigo un repunte turístico en sus alrededores, como mayor hospedaje en hoteles, más venta para los comercios sobre las avenidas aledañas como misceláneas y tiendas de abarrotes.El santuario del Tepeyac ha superado, con el paso del tiempo, problemas políticos y religiosos que incluso podrían vincularse a mayor afluencia de visitantes cuando el país vive una temporada de crisis.Investigaciones sobre los antecedentes del Cerro del Tepeyac arrojan que antes de la conquista el lugar ya era un punto de afluencia popular, ya que lo visitaban gente que provenía desde lugares tan lejanos como Panamá, al considerar que el sitio ayudaba a la fertilidad.
El recinto resguarda la imagen de la virgen de Guadalupe y se consagró el 12 de octubre de 1976. Su arquitectura, de acuerdo a la Arquidiócesis de México, se construyó circular con la idea de que el mayor número de visitantes participaran en las celebraciones litúrgicas y admiraran la belleza del ayate de Juan Diego.El techo, la cubierta de la Basílica, representa una gran carpa y se asemeja a la tienda que emplearon los judíos cuando peregrinaron por el desierto. Un símbolo del manto de la virgen de Guadalupe, que supone estar bajo su protección mientras la visitan.Al interior de la iglesia caben 10 mil personas, entre la parte central y las nueve capillas en la parte superior. También cuenta con un sótano, donde aloja criptas, más de 15 mil nichos y 10 capillas para orar.
Además está la antigua Basílica, la Capilla del Cerrito, el desarrollo moderno del santuario, la Capilla del Pocito y la Capilla del Rosario, ubicada en la Parroquia de Capuchinas, todos considerados como arquitectura histórica.
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