Quizá te lo hayas preguntado cientos de veces cuando te has visto obligado a resolver un problema muy grande, ya sea de índole científica o moral, pues nuestra inteligencia actúa en todos los campos de nuestra vida. Realiza los más complejos procesos de análisis, interpretación y solución. Sin ésta el éxito de la raza humana habría sido imposible.
Este pregunta se la ha hecho una innumerable cantidad de científicos que a partir de estudios profundos han arrojado una gran cantidad de respuestas y especulaciones. ¿Hasta dónde se encuentran los límites de nuestra capacidad cerebral? ¿Los hemos tocado? Si todavía nos falta mucho por lograr, ¿qué seríamos capaces de conseguir potenciando nuestra inteligencia al máximo?
El polémico bioquímico y filósofo británico Rupert Sheldrake, es uno de los defensores de que el cerebro aún tiene mucho que ofrecer en materia de poder cognoscitivo. Para él, capacidades que se han tomado como productos de la fantasía, como la telepatía o la premonición, tienen una explicación biológica y son reales: «Hemos heredado estas habilidades de nuestros ancestros e investigándolas entenderemos más la naturaleza animal, la humana y, especialmente, la naturaleza de nuestras mentes», dice.
Acorde a un estudio del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), el cerebro alcanza su máximo de inteligencia en algunos rubros a ciertas edades. Con esto se concluye que el cerebro no es un órgano que envejece con el paso del tiempo, sino que alcanza diversos periodos de madurez y decaimiento en distintos ciclos de su vida.
Por ejemplo, a la edad de 30 años, tu cerebro recuerda con facilidad los rostros, en cambio, a los 35 años, la memoria a corto plazo comienza a decaer. En este periodo tal vez sea más fácil que olvides una instrucción que se te hizo hace unos diez minutos. La velocidad de pensamiento que había alcanzado su máximo pico a los 18 o 19 años, decae. Aunque esto no es una regla general, existen personas que aún conservan una extraordinaria memoria a dicha edad.
Cuando entras a la década de tus 40, tu inteligencia para evaluar las emociones y los sentimientos está más desarrollada que nunca, quizá debido a la experiencia interpersonal que ya has acumulado en esta edad. Cuando alcanzas los 60 años, el cerebro entra en una fase en la que tiene el privilegio de absorber nuevos conocimientos de vocabulario, por lo que es una edad excelente para aprender más idiomas. En el momento en que el cerebro entra en su séptima década, su habilidad para absorber nuevos conocimientos decrece.
Este panorama nos hace pensar que el cerebro es una máquina que se adapta a las necesidades de su dueño, dependiendo del momento de su vida en el que se encuentre. Es una entidad cambiante que despliega un arsenal de recursos ilimitado. Esto podría entenderse regresando al científico británico Rupert Sheldrake, quien sostiene que no debe confundirse cerebro con mente, pues esta última no se mantiene encerrada en el primero sino que es capaz de expandirse: «Se extiende al mundo que nos rodea, conectándonos con todo lo que vemos»”
Mucho se ha hablado sobre la famosa capacidad del 10% de la mente que los humanos usamos; el otro 90% se mantiene en un terreno de misterio casi sobrenatural. Si tantos avances se han conseguido usando una parte tan limitada de la mente, ¿de qué seríamos capaces si se usara el resto? En realidad, no hay bases científicas que sustenten el uso de esa capacidad tan pequeña. Algunos lo atribuyen a grupos religiosos, como la Cienciología, y científicos que desean implantar en sus seguidores la idea de que el cerebro sería capaz de hacer prodigios sorprendentes como hacer que el cuerpo levite.
La gran pregunta surge cuando conocemos el siguiente hecho: el cerebro consume el 14% de nuestra energía física. Si ocupáramos, no digamos un 90, sino un 20 o 30% de su capacidad el desgaste corporal sería tal vez demasiado para los seres humanos como para ser capaces de soportarlo.
Esta mala interpretación puede ser que tenga su origen en las palabras de William James, quien en 1906 escribió en un artículo: «Estamos haciendo uso de tan solo una pequeña parte de nuestros posibles recursos físicos y mentales». Estas palabras quizás se refieran indirectamente al ya mencionado estudio del MIT, que, como recordarás, sostiene que la mente usa diferentes capacidades para temas específicos en momentos coyunturales de la vida. Esta inconsistencia podría hacer pensar a los estudiosos que el cerebro no usa toda su capacidad a lo largo de su vida.
Simon Laughlin, profesor de neurobiología de la Universidad de Cambridge, afirma: «Los poderes de largo alcance de la deducción demandan gran cantidad de energía, porque para buscar nuevas relaciones, el cerebro debe correlacionar información de manera constante desde diferentes fuentes. Semejante demanda de energía significa que existe un límite para la información que podemos procesar».
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La conclusión más lógica ante este debate que no parece tener lugar a dudas, ya estamos usando el 100% de nuestra capacidad mental por más viajes interestelares que queramos hacer o comunicarnos por telequinesis, es que mientras tengas una mente lúcida la aproveches al máximo. Lee, conversa, juega ajedrez y otros juegos de mesa, rétate a resolver problemas de lógica, pon en activo tu mente y haz que evolucione.
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El cerebro es el órgano más misterioso e increíble del ser humano. A pesar de los avances médicos y científicos del último siglo, la masa gris y su funcionamiento integral resultan una incógnita para el ser humano. Descubre cuáles son los 7 misterios del cerebro que aún no tienen explicación. Si eres un fanático del séptimo arte, puedes buscar en el cine las respuestas para entender la mente humana.
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Referencia:
BBC Science