Hace una hora, durante la tradicional ceremonia en el Capitolio sede del Congreso estadounidense, Donald Trump tomó protesta como el presidente número 45 de Estados Unidos. Durante el primer discurso que pronunció como nuevo mandatario, mencionó que no recibiría mano de obra extranjera para la “reconstrucción” de su país, que erradicaría el terrorismo islámico y mencionó su oposición contra el mercado libre.
Minutos después, se difundió la noticia de que el gobierno estadounidense abandonará el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés), el tratado comercial más importante y ambicioso firmado a principios del año pasado. Al mismo tiempo, pretende sembrar las nuevas condiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Sputnik asegura que el acuerdo del que Trump se acaba de retirar fue el principal pilar económico de Barack Obama “hacia la región de Asia-Pacífico de cara al rápido crecimiento” y empoderamiento de China.
Ayer Sean Spicer, un portavoz del nuevo mandatario advirtió sobre las decisiones de Trump: no esperarían que el Congreso aprobara a su gabinete para tomar una decisión. Esto significa la primera amenaza cumplida de todas las advertencias que hizo durante su campaña presidencial. Desde noviembre lanzó la advertencia de retirar a EUA del TPP desde el primer día de su presidencia por considerarlo un “potencial desastre” para el país.
La CNN informó que Steve Mnuchin, nominado por Trump para presidir el Departamento del Tesoro, advirtió que “la mayoría de la gente reconoce que el TLCAN fue negociado hace mucho tiempo y deberíamos reabrir este acuerdo”.
El republicano electo es uno de los principales opositores del TLCAN y durante toda su campaña criticó el fortalecimiento de China, ya que esa nación se ha encargado de robar empleos norteamericanos en la industria y la manufactura.
Wilbur Ross, candidato para liderar el Departamento de Comercio, aseguró para el medio canadiense Globe and Mail Ross que pocos días después del cambio de mando se enviará una carta formal a Canadá y México para iniciar negociaciones por el TLCAN.
En el caso específico de México, Trump también amenazó con descartar los acuerdos de exportaciones si no logra hacer una nueva negociación que los beneficie, que esté “a su favor”. Actualmente, advierte la CNN, México envía el 80 por ciento de sus exportaciones al país vecino.
Esta advertencia es una de las culpables de que el peso mexicano se haya desplomado en los últimos meses y de la inestabilidad e incertidumbre en la que ha caído el mercado mexicano, así como los de otros alrededor del mundo.
Y tal y como lo advirtió hace unas horas Trump, pretende tener relaciones amistosas con el resto del mundo, fortalecer y crear nuevas alianzas pero poniendo los intereses del país primero. A partir de hoy “cada decisión que tomemos Estados Unidos será primero”.
El TPP es un tratado firmado por 12 países de la Cuenca del Pacífico y que representa poco más del 40 por ciento del PIB mundial. El 4 de febrero de 2016, los ministros de Comercio de Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Chile, Japón, Malasia, Brunéi, Singapur, Vietnam, Australia, y Nueva Zelanda lo firmaron en la ciudad neozelandesa Auckland.
Aparentemente, el acuerdo tiene el objetivo de proveer mayor fuerza a las zonas de libre comercio. No obstante, algunas No Gubernamentales y analistas han advertido que sólo se fomentará la sobreexplotación de los trabajadores.
La Jornada, por ejemplo, advirtió a principios del año pasado que los gremios que formaron parte del Encuentro Internacional de Organizaciones contra el TPP que con el nuevo acuerdo se podrían mermar los derechos de su planta productiva y que “no incluye la obligación de que estos ofrezcan condiciones laborales dignas” a sus trabajadores.
“Los países no prosperarán ni crearán más y mejores trabajos; por el contrario, hay preocupación por la amenaza de pérdida de empleos, el encarecimiento de medicinas y el hecho de que estarán bajo ataque la seguridad social y los esquemas de pensiones”, sentenciaron.
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